filosofía-arte contemporáneo, cine-rock-contracultura-jiujitsu-fútbol-prácticasdelectura-política-jeetkunedo-libros, UFC, artes marciales.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Gentes de cultura y brindis en Santa Cruz


El pasado martes 30 de abril por la noche, asistí a la presentación del libro de fotografía Salar de Uyuni, el espejo del cielo,  del reconocido artista-fotógrafo Gastón Ugalde y la periodista Marie France Perrin, que se encargó de los textos. En realidad, el libro lo presenta la periodista, pero lo que despertó el interés en los medios y alguna gente fueron las magníficas fotografías que ahí se muestran. En todo caso la alquimia se produjo entre los dos. Hizo bien Gastón Ugalde en no asistir y dejar que las fotografías hablen por él. Es la marca de los artistas de fuste.

Afortunadamente, aquella tranquila noche cruceña, en que también se presentaba un Concierto de Música de Cámara en La Casa de la Cultura, no se veía amenazada por las lloviznas otoñales. En la plaza 24 de septiembre se disfrutaba del calor, los sonidos y el aroma de frondosos árboles que la hacen incomparable. 

Pero nosotros estábamos sentados en uno de los elegantes salones del Centro Cultural Santa Cruz. La presentación de aquel libro sobre el Salar de Uyuni, de papel fino, tapa dura, edición lujosa, que tenía un costo de Bs. 300. Dado el elevado valor se asumía que entregarían factura pero las encargadas se limitaron a informar su negativa.

El acto inició con palabras del Coordinador Operativo y Financiero Jorge Aliaga. Lo acompañaban parados a su lado la periodista-autora y el ex-diplomático Manfredo Kempff Suárez. Por un breve pasaje la pequeña muchedumbre de asistentes elegantemente vestidos asentó los cuchicheos y se oyó el silencio, que se rompió otra vez cuando Kempff comenzó a presentar el libro. Avisó que su participación sería corta, pero se tomó casi media hora. Todo bien. Lo que ya no me agradó fue que hiciera uso de la palabra para decir nada. 

Comenzó diciendo que él no conocía Uyuni, pero de todos modos quiso ilustrarnos lanzándonos datos de geografía, flora y fauna que, según él, había encontrado en wikipedia (!), y los iba leyendo de su hojita de notas. Desconozco si aquello fue una metida de pata involuntaria o una falta de ubicación. Por la naturalidad con la que continuó su parlamento sospecho que ni siquiera reparó en el desatino que aquello suponía. Después de hablarnos de su vida, y de un viaje que hizo a Chile sin llegar a parar por Uyuni, finalmente quiso elogiar a la autora, también al fotógrafo. En más de uno de los presentes atisbó una sonrisa después de tamaña intervención. Pero los aplausos llegaron como mandan las normas sociales.

Lo que más me llamó la atención fueron las "exposiciones" de tres artistas que se exhibían en el mismo espacio. Claramente se pudo observar que aquellas mal llamadas "instalaciones artísticas" habían cumplido una función de decoración para la presentación, con un agudo sentido del oportunismo. No extraña que las pajas armadas en una de ellas fueran pisoteadas por los asistentes a la hora de formar sus rondas en la hora del brindis. Sólo las fotografías de Ugalde, colocadas en las paredes, despertaban la curiosidad. 

Se aplaude que el Centro Cultural Santa Cruz abra sus puertas a iniciativas relacionadas con el arte y la cultura. Pero algún cuidado mayor deberá tener a la hora de elegir los proyectos que apoya, pues estos confeccionan la imagen y los ejes que sostienen su trabajo. Estemos de acuerdo en que el arte no es decoración, cosa básica para un centro de difusión. 

Habiendo compartido una copa de vino con una amiga curadora, me fui por donde había venido. La ciudad comenzaba a reposar, se venía un feriado, era bueno volver a casa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario