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viernes, 16 de agosto de 2013

El juego de cartas llamado THE BACHELOR



¿Por qué algunos nos sentimos atraídos a seguir los vericuetos de la temporada 14 de la serie The Bachelor? La pasan por MGM en las noches, cuando deambulo por la televisión suelo encontrármela. El soltero de la sesión se llama Jake Pavelka. Lo más atractivo para mí son algunas hermosas mujeres que desfilan por el programa. Personalmente, lo que más me atrapa de la serie es observar cómo se dan esas relaciones y van creciendo, el cómo actúan ciertas mujeres en ese periodo corto de tiempo, cómo todas reaccionan de diferente manera a la presión, algunas se apresuran, casi se entregan, otras no olvidan tener algo de prudencia, como el caso de Gia, y luego de Tenley. 

Hablemos de los personajes. Dejemos a Viena para el final. Tenley me parece bastante dulce y bella, también un poco inocente. Seguramente este juicio es casi unánime, me guío un poco por las opiniones que dan de ella las otras mujeres en el show. Ali es una mujer muy segura, atractiva, independiente, divertida, de personalidad bien definida; una mujer que te desafía a exigirte a ti mismo ser también un hombre que esté a la altura. Gia por su parte, la única que no es rubia de las 5 finalistas, es una hermosa y sofisticada mujer de piel morena; es una verdadera dama, se conduce con suavidad, madura, demuestra saber lo que quiere, parece algo conservadora, pero es elogiable su valor para no dejarse llevar por la vorágine del show. 




Jake Pavelka es un piloto de aviación, de 31 años. Recuerdo haberlo escuchado en alguno de los programas diciendo que siempre había terminado siendo el chico bueno que queda lastimado. Creía por tanto que merecía tener mejor suerte en el amor. Los productores de The Bachelor lo eligieron para protagonizar la temporada 14; una primera señal de que la suerte podía estar cambiando para él. Por cómo presentan el show, casi pasando por encima la inteligencia de la audiencia, en este reality show tienes que encontrar, sí o sí, entre las 20 0 25 chicas que compiten, al amor de tu vida. No importan todas las demás posibilidades que existen afuera y los momentos que te esperan sólo a ti por vivir, es en ese show y durante el tiempo del programa que encontrarás a tu amor. El programa tiene diseñadas una serie de actividades, citas grupales y a solas que te garantizan que funcionará para ti. Más difícil aun parece ser para las participantes, que casi se tienen que forzar a dejarse llevar, a abrirse, a sentir cosas profundas por el soltero de turno. 


Ali y Tenley, dos de las preferidas de la temporada
Todos sabemos que al final Jake se queda con Vienna. Investigando un poco en youtube me enteré de que Jake y Vienna no resistieron la transición post-show y rompieron la relación, con un escándalo televisivo de por medio. Al parecer Vienna fue a algunos programas para hacer ciertas declaraciones que dejaban malparado a Jake, quién se vio obligado a pronunciarse públicamente. Es casi gracioso cómo, a lo largo de la temporada, muchas de las chicas parecen tomársela con Viena, que parece no caer bien a nadie. Algunas de ellas le dicen a Jake que tenga cuidado con ella, le dicen que no es buena, influyen de uno u otro modo en su juicio, todas desean que se vaya. Por supuesto que esto pone las orejas del soltero en remojo, pero al mismo tiempo lo confronta con una especie de capricho, una terquedad de mantenerla y seguirse dejando llevar hacia algo que él normalmente no hubiera elegido. Era una chica que, como él mismo decía, se encontraba fuera de su zona habitual de confort, pero quería tomar riesgos y salir un poco de lo que hacía siempre. Esto era algo muy personal. 




Aunque capítulo a capítulo se va construyendo la imagen de un Jake creíble, carismático, sano, de buen corazón, casi un ángel, no puedo dejar de intuir que bien puede ser uno de esos muchachos de mucha onda, bastante vacíos, que se pasa la vida en fiestas de alta intensidad y que también es adicto al sexo casual, unido a cierta frivolidad, como toda una clase de yuppies contemporáneos. Recuérdese que había en la serie una rubia que echaron en los inicios por haber tenido relaciones sexuales con uno de los productores, y la echaron bastante temprano. Probablemente ella haya sido uno de los match ups para Jake, o para ese lado de la personalidad algo narcisista de Jake. Sin embargo, lo que ofrecía en la serie era una versión bastante angelical de sí mismo. 

Lo que me interesa es ver cómo, en los últimos capítulos, fue eligiendo sus cartas y tomando decisiones, después reveladas como incorrectas. Nuestra ventaja es la misma que tiene el espectador con el replay respecto del árbitro, que decide sobre la jugada. Jake se quedó con sólo rubias excepto Gia. El primer criterio de selección, por atracción física, estaba claro. Se notaba de la confianza e intimidad que tenía con Ali, también con Tenley, en dos relaciones distintas por supuesto. Con Vienna en cambio se notaba otra cosa. Habían saltado el puente juntos, y él parecía encontrar en ella fortaleza, como si le compensara algo que él no tenía. Pero ella daba muestras de estar ahí para competir, mostraba un poco esos rasgos de esas chicas mimadas que no saben aceptar un no por respuesta, y cuando lo oyen hacen pucheros o sueltan la jeta hasta que obtienen lo que quieren. Vienna, de 23 años, parecía competir por ganar el juego antes que por estar con Jake, su modo de hablar lo denotaba a momentos. Sin embargo, no creemos que haya sido simplemente egoísmo de su parte, también parecía sinceramente impresionada y atraída por Jake. El problema es que era la más inmadura emocionamente de todas las finalistas. Jake no lo supo ver, pese a que decía estar buscando a su futura esposa.

La cuestión del sexo se toca superficialmente en las conversaciones del show. Tal vez sea una cuestión de tino respecto del público que esperan, de modo que la mayor parte se maneja dentro de la correctitud. Pero fue aquella carencia de locura y quizá de deshinbición en la cama lo que pareció decidir finalmente a Jake por Vienna y no por Tenley. (Seguramente Ali habría sido al final la más completa de todas, pues parecía ser no sólo sexi sino también deseable en los artes del amor). Pero Tenley era dulce y suave, y sobre todo conservadora, poco variada en la intimidad por lo que presiento, y es un poco lo que Jake le reclama al final, cuando le dice que no parece haber la suficiente "chispa" entre ellos. (Recuérdese que ella misma reconoció haberse casado con el primer hombre y único que tuvo una relación, y luego de su divorcio parecía haber extrañado otras vivencias). Sin embargo es respetable la posición de Tenley, que también parecía una de las más sensatas: ella quería que esa pasión fuese creciendo, que la cuestión del sexo evolucionara por su cuenta. En suma, ella parecía creer que el show sólo te puede dar la certeza de que tienes con cierta persona algo para trabajar, continuar e ilusionarte. Si no termina en matrimonio la serie parece ser un fracaso. Pero es una exageración que se mantiene para atrapar a los televidentes, no está muy difícil verlo.

A medida que avanza el show Jake parece irse quedando con pocas opciones. Me da la impresión de que ha jugado mal sus cartas. Puesto en esa situación, sólo le queda jugarse por el fuego, la pasión loca del momento, que encuentra con Vienna. A pesar de que él solía decir que lo primero que se fijaba eran los valores familiares de la mujer, pareció ser el factor del buen sexo el que definió su decisión. Puede llamarle "química", pero sabemos de lo que habla. Por otra parte, esto era algo completamente previsible -el muchacho piensa como hombre, ¿quién puede culparlo? Le corresponde a cada uno sacar sus propias lecciones de este simulacro de la vida. 

Lo que seguramente hubiera sido diferente es su elección si Ali hubiera quedado entre las dos finalistas. Pero Ali eligió irse por la cuestión del ultimatum que le dieran en su trabajo, pues decía que no podía darse el lujo de perder ese trabajo. En cierto sentido pareció como si hubiera sido su manera de colocar a Jake en una posición de presión como prueba. Posteriormente ella sería elegida como la soltera codiciada de la siguiente temporada.

Mientras que a Gia, que deseaba ir más lentamente, Jake la eliminó del programa por esa su poca apertura afectiva que mostraba, según Jake. No veía que el contacto íntimo estuviese cerca es lo que parecía decir. A la larga, si lo que quería era una mujer para compartir sus próximos 30 años, Jake debería haber valorado más el factor de la lentitud. Debería haber considerado con algo más de inteligencia que el show era un simulacro de la vida, y que las cosas en serio comenzarían cuando se vieran fuera del show, sin la presión ni la atención de televidentes, sin los lugares paradisiacos, los hoteles caros, la vida de invitado en todas partes, ni los lujos ni los falsos detalles, ni las escenas editadas o las conversaciones detrás de cámaras. Sus egos tendrían que volver a la realidad, ser como todos, una pareja que debe lidiar con problemas mundanos, como dónde vivir, en el depa de quién, qué hace cada uno por la relación, quién prepara la comida los fines de semana, dónde salir... 

Lo cierto es que Vienna y Jake no pudieron tolerarse, lo cual termina de poner a la vista las falacias de la propuesta del show. (No son la primera pareja del reality show que se separa después de haber consumado su amor en vivo). En un programa de postemporada, con el careta de Chris como anfitrión, Jake se quejó de la falta de respeto de Vienna, diciendo que lo disminuía siempre que podía, además que lo interrumpía demasiado cuando hablaban y discutían; tema recurrente en muchas mujeres, sobre todo cuando están emociones e intereses de por medio. Pero ella contestaba con emociones disfrazadas de palabras, un poco salida de control, se quejaba de la poca motivación que él mostraba para sostener la relación. Al final se retira en llanto, pero nada se ha podido avanzar en la conversación, sólo trata de imponer sus puntos y ser la que más se expresa. Es torpe, es impulsiva, pero no le permite a Jake que le pida que no lo interrumpa. Es gracioso cómo queda de atónito Jake. Vean el video.


En youtube se encuentran algunas entrevistas que ambos coincidieron después de la ruptura. En siguientes temporadas incluso Jake participó de otro de los shows, entre los ganadores, pero ya liberado de su máscara de soltero soñado. Se convirtió un poco en el indeseable para varios de los otros personajes en aquella casa. Lo tildaron de manipulador, por decir algo. Y lo cierto es que, escuchando discutir a Jake y Vienna quedó más o menos claro qué es lo que quería Jake como mujer de su vida. Primero que sea muy sexy, joven, rubia, y que existiera esa química sexual entre ellos. Hasta ahí lo obvio. Pero luego también quería una mujer que lo siguiera viendo como alguien admirable, que le inflara el ego de tiempo en tiempo, que no lo contradijera, que siguiera siendo un poco como debían ser las chicas con él en el programa, siempre tratando de ganárselo más que ser conquistadas por él. Debe ser raro para cualquier participante el sentirse buscado y halagado por todas estas mujeres atractivas, y luego volviendo a casa ya no exista más la competencia y la mujer asuma el papel de que es la única, y todo comienza de nuevo, las cosas se emparejan. No más  juego de vanidades... Debió haber influido en Jake, que manejó muy bien sus secretas intenciones durante el show. "No tengo absolutamente ninguna idea de lo que voy a hacer", es la frase que más gustaba usar, normalmente antes de las ceremonias de rosas. Parecía que había seguido algunos cursos de comunicación eficaz, de relaciones humanas y resolución de conflictos, siempre se mostró muy correcto y empático con los sentimientos de las otras chicas. A momentos lucía descaradamente hipócrita, por sus líneas inventadas, pero qué se le va a hacer, había que estar en sus zapatos. Seguramente, por pedido del mismo show le pidieron que se mantuviera políticamente correcto, pues un show que tiene por soltero a un perverso hombre que usa a las mujeres, seguramente no pegaría en los ránkings televisivos, pocos se relacionarían con él, o al menos mucho menos que una visión estandar de un tipo que es una especie de Ken en busca de la Barbie ideal. Es un juego de rosas que se entregan o se dejan de entregar, pero debería verse como un juego de cartas, ocho locos, o Uno, donde llega quién sabe guardarse las mejores para el final, y se deshace de ellas a fuerza de buscar la victoria.



  

EL PLACER DEL TENIS




En los últimos meses se han jugado un par de torneos de tenis sobre los que hubiera querido escribir antes. Me refiero al Roland Garros y al Wimbledon. Escribo estas líneas mientras Federer y Nadal juegan un partido reñido para acceder a semifinales en el abierto de Cincinati. Federer había ganado el primer set 7-5, venían parejos en el segundo hasta el 4-4, y un quiebre decisivo de Nadal hizo toda la diferencia. Ahora en el tercer set Nadal parece fortalecido en el partido que veía cuesta arriba, y la confianza para el suizo se ha puesto en veremos. 

Hay algo muy cabrón en el tenis, que no existe en otros deportes, y es la presión que se debe soportar ante el riesgo del quiebre. No sólo el saque, defender el saque, quebrar el saque, es lo que constituye la cuestión interesante del tenis. Toda su base parece estar en el quiebre. Si hay algo que distingue claramente al tenis de otros deportes más populares como el fútbol o el basquet es que no se trata de un deporte colectivo; pero las cosas no son tan obvias, sucede que además en el tenis no existe manera de enfriar el juego. Si te quiebran el saque debes reagrupar fuerzas solo y esperar tu momento. Además, no existe posibilidad de dominio de balón, ni de enfriar el juego, es decir, no puede haber un estilo tenístico de juego como el de la campeona mundial España. No existe posesión de bola, sólo golpes, la pelota va y viene, sin parar. ¡Es tremendamente desafiante! De modo que un jugador experto de tenis juega con un sentido más parecido al de un boxeador o practicante de bjj que al de un futbolista: se juega para que el rival se rinda mentalmente antes. Para quebrarlo. La victoria en los puntos suele llegar después. Se trata de un trabajo de desgaste y de autorenovación continuos. Por ello los grandes campeones de la actualidad como Nadal parecen jugar un otro partido en su cabeza; pueden quebrarles un saque, pero vuelven del descanso e inmediatamente revierten la situación, justo cuando desde afuera pensábamos que el otro adquiría control del partido. Con tipos como Nadal parece que dijeran: "puedes haberme quebrado este servicio, pero estás muy lejos de quebrarme mentalmente".

El jugador de tenis no tiene con quién más descargarse que consigo mismo. Debe asumir sus errores, por más inexplicables que los encuentre en un momento crucial. El proceso de asimilación y corrección internas ocurren en fragmentos de tiempo que se pasan como efímeros segundos. Así las cosas, debe tratar de evitar las señas de descontrol o contrariedad cuando afronta momentos difíciles en el partido. Federer en la era moderna del tenis es la viva imagen del jugador frío y de rostro imperturbable en la cancha, hasta que el partido se ha decidido. 

Algo que hace muy admirable el juego de dos grandes como Nadal y Djokovic es su capacidad defensiva. Nadal se hizo intratable durante largo tiempo por el enorme espacio de cancha que puede cubrir con sus largos y frenéticos desplazamientos; llega a las bolas más difíciles y lo hace bien, muchas veces para atacar de contra con un tiro paralelo que parecía imposible. El caso de Djokovic es distinto, porque da la sensación de que arriesga menos cuando defiende, pero se debe a su gran inteligencia táctica. Los principios del Gracie Jiu Jitsu llevados al tenis se expresan maravillosamente en el juego del número uno del ránking mundial; nos referimos al "survival mindset", "eficiencia", "jugar para gastar menos energía y que el adversario se canse antes"... Los golpes de contención ante saques veloces y agresivos, Djokovic los domina mejor que nadie, también sabe desplazarse y patinar con elegante flexibilidad tanto en superficies de ladrillo como de césped o cemento. Llega a bolas exigidas con elasticidad, muchas veces se limita a seguir poniendo la pelota en juego, una y otra vez, hasta que el adversario cometa errores por ansiedad. No da aperturas sino que espera a que el otro cometa la equivocación. Así, su oponente cae en la trampa y toma riesgos, lanzando una bola más larga con la intención de franquear esa defensa, pero ve con hastío que acaba de lanzarla afuera otra vez. Djoko te fuerza a que te equivoques si quieres ganarle el punto, o de lo contrario, que juegues con precisión quirúrjica. Muchas veces en esos casos ha provocado increíbles errores no forzados ante todo tipo de jugadores del circuito.  

El concepto de error no forzado es casi único en tenis; es otra de sus marcas distintivas como juego. En fútbol lo más cercano serían los pases errados, que muchas se provocan por el juego de pressing que ejerce el equipo rival. Pero en tenis es algo más porque el tiro no es un pase, es defensa y ofensa al mismo tiempo, o tiene la potencia de serlo. Si bien los tiros ganadores suelen ser los que marcan los destinos de un partido, no se puede dejar de atender a los números en errores no forzados. Cuando Federer se coronó nuevamente campeón del Wimbledon el pasado 2012, tuvo como característica notoria el bajo número de errores no forzados que cometía por partido. Su excelencia y estabilidad partieron de ahí. En sus derrotas previas, los Wimbledon pasados, esa no había sido su marca, pero véase cómo hizo diferencia mejorar los números en ese ítem. Por tanto, ante todo, es bueno asegurarse primero de no cometer muchos errores propios, antes de preocuparse por tener aciertos impresionantes. 

Roger enfrenta en estos instantes un doble match point en contra. Demasiados errores no forzados en el último set. Poca oposición ante el saque de Nadal. Las piernas también más estáticas, y sus tiros ganadores más aislados. Lo único que lo salva es el saque ganador. Federer acaba de empatar el juego 40-40. Está con vida. Nadal lo mira extrañado, como reclamando que haya sido capaz de responder esa bola y ponerla donde la puso. Federer es una institución dentro del tenis, sentimos que ganando o perdiendo todo se mantiene más o menos igual, como si él no necesitara realmente ganar más torneos, pero nos da placer verlo. Los fanáticos que envían sus mensajes en twiter confirman ese sentimiento. Acaba de ganar Nadal, habiendo jugado el punto de manera muy inteligente, arrinconando cada vez más a Federer sobre su revéz, y luego cambiando el tiro hacia la otra esquina. Necesitó llegar a un quinto match point para lograrlo. Los comentaristas de ESPN se deshacen en elogios, para ambos por el partido que brindaron, pero luego a Federer por el nivel que demostró en este partido, bastante más alto respecto de sus últimas presentaciones. Nadal, por su parte, continua su camino por un año que le ha traído muchas alegrías, más allá de la sorpresa en Wimbledon. Buenas sensaciones para Federer, sin embargo sabe que ya no le alcanza si no hace un juego perfecto. 

Es un juego fantástico el tenis. Yo no lo habría apreciado seguramente de no ser por la atención y fanatismo que le tiene mi adorada mamita. La acompaño en la televisión cuando estoy en casa, y sufrimos y nos emocionamos cuando Federer se encuentra en uno de sus días inspirado. Gozamos cada segundo de su victoria en el Wimbledon del 2012, además de su retorno al número 1 en el ránking. Fueron unos meses soñados, quizá ya no se repitan, pues la tendencia es que Federer vaya reservándose para los torneos más importantes, y retirándose en una pausada y estratégica elección de sus momentos de alta competición. Quedan en el panorama interesantísimos jugadores para observar. En mujeres Sharapova siempre me llama la atención por su mentalidad de competidora de élite, también la seguridad casi cruel de Serena Williams cuando despedaza a sus oponentes. Estamos todos orgullosos del buena onda Del Potro, que sigue siendo una promesa de número 1. 


Se pasa la noche, es hora de apuntar lo último. A veces en tenis, como en la vida, no se trata tanto de ganar sino de hacer que el otro pierda. Que el otro desee tapear mentalmente antes de que concluya el juego. En ese momento el resto sucede a velocidad crucero. Pero lograrlo es arte de genios, se requiere de una fortaleza psicológica, mental y física muy altas. Djokovic es, creo, quien mejor ha entendido ese principio del tenis, y es por ello que o bien juega y gana todo, o al menos juega y llega a casi todas las finales de todas las competiciones. Es el número 1 en el ránking. ¿Se necesita decir algo más?

Sobre Valores para colegio I


Tema denso y algo abstracto parecen ser los valores. Especialistas en educación y psicología suelen referirse a ellos como reglas, reglas de vida que dirigen nuestras conductas. La presentadora que aparece en el video claramente lee un parlamento de alguna pizarra y dice: "los valores dominan las vidas de las personas, son las fuerzas ocultas detrás de cada uno". 

El oficio de vivir - ¿qué son los valores?


Pero me pregunto si esto es normalmente así. Es cierto que la mayoría de las gentes proclaman regirse según sus valores. Todos parecemos tender a actuar según lo que creemos responde a nuestros valores y sería lo correcto. Pero existe una distancia entre la respuesta correcta y lo que cada uno cree correcto en una situación. Además si todos vivieran según valores las cosas serían mucho más fáciles en nuestras calles y en el día a día, así que es comprensible que dudemos. No ofrendamos los mismos valores en nuestras acciones, o bien se reivindican unos y se olvidan otros en determinadas conductas. Por ejmplo, cuando se cuida lo propio exageradamente en detrimento de la generosidad con el otro. Es traicionero esto de los valores, porque luego surgen ciertas mentes que consideran sólo aceptable su propio credo. No interactuamos así en contacto directo con la realidad, sino que vemos todo por el filtro de esos valores, que al menos se respetan en teoría. Existen grandes fornicadores que profesan el respeto por la monogamia en el matrimonio. Todos sabemos que lo que se dice en actos públicos desde las altas palestras tiene un coeficiente de verdad y otro muy grande de teatralidad, repetición de una creencia que se encuentra arraigada en una formación social. (Ver el libro de Irwin Copi sobre Lógica Formal). 

Es preciso enseñar flexibilidad respecto de lo que se cree, es decir, de los propios valores. Cuando se habla de enseñar valores en colegio se escucha un poco como catequizar. Se trata de un arma de doble filo: por una parte es un dispositivo de reproducción de una ideología de Estado, asumiendo que estamos más o menos de acuerdo respecto del concepto ideología. Por otra parte, es una buena oportunidad para transmitir a los niños unas pequeñas normas que facilitarán su desarrollo y la posibilidad de que una profesora les pase conocimientos.

En nuestro términos diríamos que es necesario ser algo inalámbricos respecto de nuestras construcciones mentales. Un poco más allá, como decía Nietzsche, "no hay que creer en lo que pensamos". Y es otra cosa cuando se dice "debes creer en ti mismo", porque tú mismo no eres solamente tus pensamientos. 

No sé bien a dónde vamos, tal vez no vaya esto a ninguna parte, por el momento. Se trata de una inquietud, toda vez que me encuentro formulando un proyecto de libros de valores para una editorial local. El desafío es como siempre, enseñar sin tender a evangelizar. Lo que busco ante todo es pasar de una situación en que los niños son obligados a respetar normas, a otra en que comprenden un poco más de la necesidad de obedecer esas normas, sin perder por ello su ímpetu de rebeldía y de cuestionamiento.