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jueves, 26 de diciembre de 2013

EL TALENTO DE JAKE GYLLENHAAL


Es un actor muy inteligente, lo muestra cada vez que toma decisiones acerca del nuevo proyecto en que se embarca. En uno de esos artículos de farándula, una periodista se preguntaba por qué no termina de cuajar como un nuevo Di Caprio o Brad Pitt. Ella se refería a una imagen de galán consagrado que interpreta roles de conquistador en películas románticas super-comerciales que recaudan millonadas y son por tanto "éxitos"; gran detalle a considerar que esa no es la ruta que le interesa seguir a este joven actor de 33 años. De hecho, ese enfoque que lo considera como "no consolidado" es demasiado angosto para apreciar con todas las luces el tremendo talento de este actor, y además el sentido que le ha querido dar a su carrera. Jake Gyllenhaal ha dicho en diversas oportunidades que se toma el asunto de la interpretación de un personaje de manera muy seria, porque es su trabajo, y lo considera un proceso artístico. Su grado de compromiso cuando se prepara para un rol es muy serio, por ejemplo para End of watch (2012), tres meses antes de que inicie el rodaje estuvo saliendo en las noches con distintos grupos de patrulleros para conocer lo que se sentía llevar esa vida, estar despierto desde 9 de la noche a 4 de la madrugada y tener el chip en la mente listo para enfretarse a lo imprevisible día tras día, pero con un marguen de riesgo mucho más alto que el de cualquier otro funcionario público.



En este video los actores debaten sobre si la actuación es un arte

Tengo la impresión de que Gyllenhaal es una persona completamente desenfadada y que tiene un sentido del humor endiablado, bastará que le den un click a una o dos entrevistas en youtube donde aparece promocionando alguna de sus películas, por ejemplo en el show de Leterman, para que tengan esta misma sensación. Al mismo tiempo es un tipo con cierta intensidad en lo que hace, muy enfocado, y tiene un carisma notorio. Es un actor inteligente, y no podía estar mejor asesorado, ya que sus padres se mueven en el mundo del cine, y su hermana mayor también, además que uno de sus padrinos fue Paul Newman. Aprovechó esa cercanía no para conseguir papeles en películas comerciales, más bien prefirió involucrarse en historias que contaran cosas que no se habían contado antes, o que presentaban innovaciones en la manera de contar algo; la intuición, el instinto nos guían es cierto, pero vaya que es valioso tener a tu lado a gente que conoce tanto del negocio y es de tu confianza. Es así que, pese a su poco recorrido, buscaba ya buenos guiones, algo que no todos los que están desesperados por tomar la pista rápida se permiten. Jake fue con paso seguro. Recuerdo que en Zodiac ya formó parte de una película muy buena, que me dejó pensando durante largo tiempo sobre las pistas, y quién sería al final aquel asesino serial. Sobre Jarhead, película sobre la guerra del Golfo Pérsico donde interpreta a un marine, Jake dice que nunca había visto una película tan entretenida sobre la espera como esa. Responde así a mucha gente del lado de los críticos que se conformaba con etiquetarla de película sobre la guerra sin guerra, es decir aburrida; pero otra cosa es internarse un poco más en el ritmo y la dirección que imprime el director, y darse cuenta que el entorno no debe crear la necesidad de considerar la guerra únicamente como una cuestión bélica donde se usan armas. Jake explica que la guerra ocurre en la cabeza de los soldados, en esa gran tortura de vivir una guerra mil veces en su imaginación y en su ansiedad antes de que realmente pase sin llegar a pasar. 



En Love and other drugs (2011), comedia drama romántico que protagoniza con Anne Hathaway, la temperatura sube de tono, cambia de perfil respecto de los roles que había estado haciendo en Jarhead, Brothers, y Brockeback Mountain, y se enrola en un papel que lo deja más en contacto con su lado cómico y picaresco. No es una típica película romántica, no es la historia del chico quedándose con la chica y con el premio o el ascenso, es más bien una película sin héroes ni ganadores ni vencidos, sólo gente imperfecta que quiere vivir. Jake Gyllenhaall interpreta a Jamie, un joven que no termina su educación en medicina, y se atiene más bien a su instinto y carisma para triunfar en el mundo de las ventas. Su presente es incierto en los papeles, lo miran con desconfianza. Anne Hathaway por su parte es Maggie, una atractiva artista, mujer bohemia, de bellos ojos y senos arrebatadores, que sufre la enfermedad de Parkinson en nivel 1. Ambos se enamoran a pesar de todo aquello que los tiraba para atrás en sus vidas personales, a pesar de sus inseguridades y de aquello que no querían reconocer o aceptar. Anne comenta en una entrevista, una de las muchas que hicieron para promocionar el film, que su personaje es el de una mujer muy inteligente que se enfrenta a un doble desafío: el de aceptarse a sí misma como es, con su enfermedad, y luego el de enamorarse y por tanto sentirse vulnerable ante otro, con el gran riesgo que siente por el sólo hecho de saberse enferma. Se trata de una especie de secuencia, para enamorarse tiene que primero aceptarse, y para aceptarse tiene que aceptar que su Parkinson es una realidad. Jake por su parte se mete en la piel de un vendedor que trabaja en la industria de farmacéuticos, concretamente de antidepresivos, productos Zoloit que compiten con los famosos Prozac. Involucrase en ese trabajo es su manera de seguir buscando su atajo, de trazarse una línea de fuga, pues así su personaje cree escapar en cierto sentido de su familia, de los ojos punzantes de sus padres, de la necesidad de darles algo para que se sientan orgullosos de lo que hace, y de estar a la altura de los logros de sus dos hermanos. Jamie tiene éxito con las chicas, tiene un pene bailarín, pero se mantiene a un nivel superficial, no se involucra en relaciones serias, no se expone, no tiene el corazón a flor de piel, lo cual resulta conveniente hasta cierto punto.  Avanza por la vida sin rozar el fuego, sólo de puntas, creyendo que disfruta los sabores hasta su última esencia. Con Maggie descubre que se está mintiendo, y que todo está conectado, que sin el impulso de vivir enamorado en verdad no se puede rendir lo mismo en otras áreas como el trabajo, ni se puede estar en contacto con uno mismo. Mientras más se enamora y se arriesga por Maggie también más a fondo avanza en su carrera, es algo involuntario, sucede, está poseído por el hálito divino, la unión coital que gozan en las horas perdidas del día es el trasfondo ideal de su camino hacia Chicago como vendedor estrella de la compañía. Él se enamora, ella se resiste a ir ahí.

Love and other drugs es un film acerca de la conexión y la vulnerabilidad. La conexión se construye poco a poco, y no se llega a ella sin que ambos atraviesen un campo minado que los deja expuestos. Es el mundo de los sentimientos, también del subconsciente, el que atraviesan incluso a pesar suyo. En la escena final Jamie le pide que le deje cuidarla. Es una escena muy emotiva, es el último gesto de desesperación de un hombre que no puede vivir sin la mujer que ha elegido, más allá del miedo a verse expuesto, lo que quiere es decir lo que debería haber tenido claro antes. "Todos necesitan de alguien que los cuide". El amor en un estado muy alto, la necesidad de dar al otro, al que se ama, ante todo darle, sin requerimientos de por medio. Jamie está enamorado de ella, pero es en cierto sentido también una adicción -de ahí el título- pues le encanta la forma en que es la vida para él cuando está con ella; en otras palabras, le gusta ser quien es cuando ella está alrededor. Es una actualización de su ser que sólo existe a los ojos de ella. Sin ella es como si su auto caminara con menos gasolina, como si el día no terminara de despuntar, ni las gaviotas terminaran de aparecer en el firmamento. Esto se suma a sus rasgo previos, Jamie es un ganador, le gusta competir, en general aparenta tener un buen corazón, pero le estaba faltando encontrar en su vida una persona que lo toque, que lo mueva, y lo empuje a lanzarse a fondo de sí mismo para hacerse consciente ¿qué hay ahí dentro después de todo? La seguridad y la autenticidad de Maggie terminan por ser lo más alto en su mundo, lo más admirable, aquello con lo cual quería estar en contacto siempre. "Ver a alguien para quien vivir es suficiente". 

Maggie no quería ser una carga para Jamie, creía que le hacía un favor al hacerse a un lado y dejarlo llegar al tope por su cuenta, como era su objetivo. Es la inseguridad típica del que se acusa con un sentimiento de inferioridad. Lo amaba demasiado como para cargarle con el peso de sus necesidades. Pero esto era, como dicen los americanos, una visión muy one sided... Miraba desde el cristal de sus inseguridades, se veía a sí misma como una carga, un punto en contra, cuando en realidad era su presencia y el amor por ella lo que impulsaba a Jamie hasta donde no se atrevía a ir por sí mismo antes. Tenía razón y al mismo tiempo no la tenía. 

Por todo lo dicho, se trata de una película que nos recuerda una dulce verdad, y es que no hay otra llave al paraíso que no sea la mujer amada que nos espera o que está en camino de encontrarnos en nuestras vidas. La pareja al final de cuentas. Todo esto es muy romántico, pero la historia lidia con la monstruosidad del Parkinsson, con la adicción de una gran cantidad de la población norteamericana hacia los antidepresivos, el otro opio del pueblo. ¿Acaso la cura es encontrar algo que haga soportable sus vidas miserables, acaso no se trata de trasformar la cualidad de esas mismas vidas? ¿Y qué es al final de cuentas enamorarse? Vemos entonces que Jake Gyllenhaal se puso encima este proyecto con una idea muy clara, que no era una historia convencional, aunque pueda tener cercanía muy claras con otras películas, como por ejemplo El resultado del amor, la película argentina. En ella el director rayó un plano de amor, pero para contar varias cosas, entre ellas el poder de la conexión, del valor de saberse en el carril adecuado, sin importar los logros ni los diplomas, pues el camino es interior, y eso se siente, es una cuestión que punza en el corazón. Es el mismo tipo de señal que Jake Gyllenhaal parece seguir a la hora de elegir sus papeles y los directores con los que desea trabajar. Por el momento lo hace de los mejor, su última película, Prisioneros (2013), elevó más aún el marcador respecto de lo que podemos esperar de él. Confirma así su actualidad, su buena forma, y el magnetismo que despliega en la pantalla, da gusto ver a un tipo tan bien ubicado y joven desarrollar su pasión con esa clase de talento. 

Links de interés:

Orgía intelectual

Interview

Sobre Jarhead

¿No cuaja Jake?

Sobre End of watch

El buen humor de Jake en una entrevista

Sobre Código fuente

Sobre su amistad con Heath Ledger

El orgullo de haber hecho End of watch

EL PERSONAJE MÁS SEXY DE AMY ADAMS








El personaje más sexy que le he visto interpretar a la bella Amy Adams es el de Charlene Fleming en The Fighter (2010). Charlene es una mujer de agallas que lucha palmo a palmo frente a las circunstancias de su vida para salir adelante, esto es, para no ir en retroceso. En el film juega el papel de una actriz secundaria, y comparte créditos con Mark Wahlberg y Christian Bale, que son los principales. The Fighter marca un giro en su carrera, el papel le permite explorar en otra faceta de su ser y le abre paso a otro tipo de films. Habiendo estado muy ligada a los films de Walt Disney en la primera etapa de su carrera, su presencia era la de una princesa encantada o algo así, algo parecido a lo que le pasaba a Anne Hathaway antes de que aceptara roles dirigidos a un público más adulto. Para Amy Adams también se trató de un progreso, pasar de un público infantil a otro adulto, y algunos en la audiencia nos hemos sentido más atraídos a su trabajo desde que realizó este giro. Según cuentan, todo partió del enfoque del director David O. Russell, quien quería despejar esa imagen de ángel que rodeaba a Adams para asentarla un poco más en la tierra, darle un papel rudo, muy real, que se podía respirar como la tierra en una fresca mañana después de que ha llovido toda la noche. Good call David O. Russell!



En la entrevista que compartimos arriba, Amy confiesa que en su carácter y su forma de ser existen los dos extremos, el de la mujer increíblemente tierna y dulce, y también el de la mujer ruda que hace lo que tiene que hacer para seguir su camino. En el film toda la rudeza que tiene se la saca la familia de Micky Ward, el boxeador interpretado por Mark Wahlberg, que vive algo obnubilado por la esfera que representa esa familia irlandesa llena de hermanas. Micky Ward es un boxeador de la vida real, que protagonizó unas peleas titánicas con Arturo Gattti, y fue premiado durante tres años consecutivos por haber estado en la pelea del año. Es un fajador, su visión del boxeo es dar y recibir, una y otra vez, hasta que uno de los dos caiga como un tronco arrancado de las raíces. Esta peculiar actitud hacia el boxeo se traslada también a su vida, es un ser golpeado en el que no muchos creen, pero acepta los golpes una y otra vez, incluso de su familia, que lo utiliza como un medio para recibir pagos mediocres por peleas mediocres. Su carrera no avanza a ninguna parte, a nadie parece importarle lo suficiente. Pero aparece Charlene en su vida, una joven rubia cerca a los 30 años, curtida por la vida, atractiva, nada ingenua, que sabe luchar por lo que quiere, y tiene un corazón a prueba de incendios. Cuando toma consciencia del interés de Micky se da cuenta de que es un ser desprotegido, como lo es ella, y que está luchando por tener una oportunidad, sólo una, para que todo el resto de su jodida vida valga la pena finalmente. Se produce un lazo entre los dos muy fuerte, ambos se sacan un poco de donde están, atascados, sin mayores motivaciones, mientras pasan los años en la polvadera de una música de fines de los 90. 

Lo que me encanta en su papel es que se trata de una mujer que ve a un hombre caído, un hombre que le ha demostrado interés de hecho, y sin embargo no elige meterle una patada para hundirlo en el pavimento de su vida fracasada. Al contrario, elige animarlo, entrar en su vida y comenzar a empujarlo para que salga adelante, se pone a la empresa de lograr que se acaben las razones de sus tropiezos, que cambie de vida, que entrene, que se aleje de ciertas compañías, que tenga gente realmente comprometida con sus metas a su alrededor. Esto provoca un sismo al interior de la familia de Micky, que no dejaba de mostrar un aire proteccionista a su alrededor, pronto Charlene se convierte en la enemiga, el exterior de esa burbuja que tienen establecida en esa familia deprimente. Charlene le abre un boquete, una salida, a la vida de Micky, se preocupa por él, le muestra que cree en él, y eso, sumado a su increíble apariencia, la convierten en una mujer tremendamente atractiva, a los ojos de este escribiente que valora ese tipo de corazón. 



CONSEJOS PARA ESCRIBIR FICCIÓN

Esta es una lista que publicó el diario inglés The Guardian, a partir de una pregunta que le hizo a diferentes escritores: ¿cuáles  son las diez reglas esenciales para escribir ficción? No conozco a un 90% de los escritores que participaron en la encuesta, lo que me demuestra que tengo mucho por hacer para actualizarme sobre los nuevos magos de la palabra que están ahí afuera. En este link podrán encontrar la lista completa de consejos publicada por el diario inglés lista. Felizmente me encontré con un blog muy movido y dinámico llamado Cultura impopular, donde publican un resumen de esta extensa lista. Me parece un buen comprimido, lo comparto con ustedes aquí.

1. No te plantees escribir. Escribe. Sólo escribiendo, y no soñando con hacerlo, podemos desarrollar un estilo propio.
PD James
2. Si tienes una buena idea para una historia, no asumas que debe de ser necesariamente una narración en prosa. Puede que funcione mejor como obra de teatro, como guión de cine o como poema. Sé flexible.
Hilary Mantel
3. La ficción que no es una aventura personal del autor hacia lo desconocido o lo aterrador no merece la pena ser escrita a no ser que sea únicamente por dinero.
Jonathan Franzen
4. Ten más de una idea en marcha a la vez. Si tengo que elegir entre escribir un libro o no hacer nada, siempre elegiré esto último. Sólo cuando tengo ideas para dos libros soy capaz de elegir entre escribir uno u otro. Siempre siento la necesidad de tener la sensación de que estoy haciendo algo en oposición.
Geoff Dyer
5. Olvida el viejo dicho de que hay que escribir sobre lo que se conoce. En vez de eso, elige un área desconocida pero reconocible que contribuya a ampliar tu comprensión del mundo y escribe sobre eso. En cualquier caso, recuerda que la semilla de la que se alimenta tu imaginación hunde sus raíces en las particularidades de tu vida. Así que no la malgastes escribiendo autobiografía.
Rose Tremain
6. Lo más probable es que necesites un diccionario, una gramática y tener los pies en la tierra. ¿Qué quiero decir con esto último? Que aquí nadie regala nada. Escribir es un trabajo. También es apostar. No viene con un plan de pensiones. Habrá ciertas personas que puedan echarte una mano, pero en esencia te las tendrás que apañar solo. Nadie te obliga a escribir. Si escribes es porque has elegido hacerlo, así que no te quejes.
Margaret Atwood
7. No añadas un falso romanticismo a tu “vocación”. O eres capaz de escribir o no. No hay un “estilo de vida del escritor”. Lo único que importa es lo que dejas sobre la página.
Zadie Smith
8. Cambia de parecer. Las buenas ideas a menudo acaban siendo eliminadas por otras mejores. Yo estaba escribiendo una novela sobre un grupo llamado The Partitions. Hasta que se me ocurrió llamarles The Commitments.
Roddy Doyle
9. Respeta el modo en el que pueden cambiar los personajes en sus primeras 50 páginas de vida. Revisa tus planes y comprueba si debes alterarlos de alguna manera para que se amolden a esos cambios.
Rose Tremain
10. Finaliza la jornada mientras aún tengas ganas de seguir escribiendo.
Helen Dunmore

11. Recuerda: cuando alguien te dice que algo no encaja o que no lo ha entendido, casi siempre tiene razón. Cuando te dice exactamente lo que le parece que está mal y el modo en el que deberías arreglarlo, casi siempre se equivoca.
Neil Gaiman
12. El estilo es el arte de quitarte a ti mismo de en medio, no el de inmiscuirte en el texto.
David Hare
13. Concentra tus energías narrativas en los puntos de cambio. Esto resulta particularmente importante en la ficción histórica. Cuando tu personaje se enfrenta a un entorno nuevo o las circunstancias cambian a su alrededor, ese es el momento de dar un paso atrás para describir los detalles de su mundo. La gente no suele prestar demasiada atención a los detalles cotidianos de su rutina diaria, por lo que cuando un escritor los describe puede sonar como si estuviera intentando instruir en exceso al lector.
Hilary Mantel
14. Lee. Lee todo aquello a lo que puedas echarle las manos encima. Siempre le recomiendo a aquellas personas que quieren escribir una obra de fantasía o de ciencia ficción que dejen de leer por completo esos géneros y que empiecen a leer todo lo demás, desde Bunyan a Byatt.
Michael Moorcock
15. No intentes escribir para un “lector ideal”. Puede que exista, pero está leyendo el libro de otro.
Joyce Carol Oates
16. No eches la vista atrás hasta que hayas terminado un borrador entero. Limítate a comenzar cada día a partir de la última frase que escribiste el día anterior. Es una manera de evitar el espanto a la vez que te asegura una obra en la que poder volcar el auténtico trabajo, que es la corrección.
Will Self
17. Protege el tiempo y el espacio en los que escribes. No dejes que nadie se inmiscuya en ellos, ni siquiera a las personas más importantes de tu vida.
Zadie Smith
18. Trata la escritura como un trabajo. Sé disciplinado. Muchos autores son particularmente obsesivos en este aspecto. Graham Greene era célebre por escribir 500 palabras al día. Jean Plaidy era capaz de escribir 5,000 antes del almuerzo y luego dedicaba la tarde a contestar cartas de sus fans. Mi mínimo son 1.000 palabras al día, algo que en ocasiones es fácil de conseguir y en otras es, francamente, como cagar un ladrillo. Pero me obligo a permanecer sentada frente a mi escritorio hasta que las tengo, porque sé que así he conseguido hacer avanzar una pizca el libro. Puede que esas 1.000 palabras sean basura. A menudo lo son. Pero siempre es más fácil volver sobre ellas más adelante y mejorarlas.
Sarah Waters
19. No te preocupes nunca por las posibilidades comerciales de un proyecto. Si alguien tiene que preocuparse de eso son los agentes y los editores. O no. Conversación con mi editor norteamericano. Yo: “Estoy escribiendo un libro tan aburrido, de un atractivo comercial tan reducido, que si lo publicas probablemente pierdas tu puesto de trabajo”. Mi editor: “Ese es precisamente el motivo de que quiera un trabajo como este”.
Geoff Dyer
20. Cásate con una persona a la que quieras y a la que le parezca buena idea que seas escritor.
Richard Ford

LOS ENCUENTROS DEL 2013

Deseo compartir con mis amigos lectores algunos pensamientos sobre mis gustos y preferencias del 2013, mis lugares comunes, mis compañías, los libros o videos frecuentados constantemente, y los descubrimientos. Escribir esta entrada es un gustito de por sí. Empezaré por la internet: navego por algunos diarios con cierta regularidad, me gusta mucho El País de Madrid, la sección cultural es de gran nivel. La Revista Ñ de Clarín hace un tratamiento en notas de cultura y arte que es del más alto nivel, la disfruto y suele llevarme a encontrarme autores y libros que tal vez de otro modo no hubieran entrado en mi radio de acción. Por ejemplo, el libro "Intelectuales" de un hasta ese momento desconocido para mí, Carlos Altamirano; y un autor, Jonathan Franzen, un anarquista, un tipo que va a cien por hora cuando habla, rompe esquemas, se ríe de un montón de cosas que para muchos son indispensables, como por ejemplo estar en línea en twitter y facebook... Me enteré de que sus novelas Correcciones y Libertad, entre otras, le procuraron un lugar entre los escritores que publican best sellers, pero también que son respetados hasta por la crítica más rigurosa. En resumen, es un tipo que se relaciona con un público amplio, y que goza del prestigio por el alto nivel de su prosa y el calibre de sus ideas, mucha de ellas lanzadas en contraruta frente a la norma. Franzen tiene un artículo en línea donde ofrece "10 consejos para aprender a escribir", entre ellos rescato estos dos: 
  1. Nunca utilices la palabra “entonces” como conjunción, ya tenemos la palabra “y” para eso. El uso de todos esos “entonces” no es más que la falsa solución que un escritor perezoso ha tomado ante el problema de tener demasiadas repeticiones de la conjunción “y” en una sola página.
  2. Escribe siempre en tercera persona, a menos que hayas encontrado una voz realmente distintiva con la que narrar en primera persona y no seas capaz de quitártela de la cabeza.
Otros como George Orwell y el mismo Charles Bukowski nos han ofrecido pequeños textos con consejos de la misma índole. No siempre se encuentra algo nuevo cuando alguien da consejos, pero rescato esos dos que me parecen por arriba de la media, es decir, de lo que normalmente se suele decir. Franzen parece tener una voz que irrumpe con originalidad, me parece extraordinario que a su colección de ensayos le ponga de título Cómo estar solo. ¿Y cómo titular Libertad a una novela, ¿acaso a nadie se le ocurrió antes?  Y sin embargo lo hizo con mucha autoridad, todo un éxito editorial. Franzen me fomenta una confianza en lo que pienso, a veces uno rebusca mucho el tema, pero lo tiene justo en frente, es el pan de cada día, está en su sopa, hay que tener el coraje de expresarlo en la forma más honesta.  

YOUTUBE
Desde el mes de marzo más o menos comencé a descubrir los enormes tesoros que ofrece en sus arcas el portal youtube. Mi punto de contacto era la búsqueda de ejercicios de ginástica natural, después entrevistas a Rickson Gracie, información sobre el jiu jitsu. Muy buenas rolas, cómo no ver en una de esas a Marcelo García, con todo su talento y talante de hombre modesto. Con el tiempo me interné en estas calmas aguas. Michel Onfray y la Universidad Popular dejaron de ser simplemente algo de lo que leía. La Gracie University me pareció un invento formidable, y entablé una amistad con Rener y Ryron Gracie a través de sus decenas de videos, incluyendo algunos muy buenos sobre la dieta Gracie. Me enteré de que Osho había sido acusado por algunos cargos graves en los Estados Unidos por motivo del manejo de la Comuna de Oregon, toda una historia de acusaciones y de revelaciones, lo cual me amplió la imagen que tengo de él. El documental Osho: an experiment to provoque God es especialmente minucioso al respecto. Después está la música desde luego, algunos temas clásicos como Knockin on heavens door, cantados en varias versiones, o músicas de películas que no había podido encontrar nunca, como por ejemplo el soundtrack de Cadillac Blues o Moneyball. Y en cuanto al cine ni qué decir, la calidad de entrevistas que se pueden encontrar a actores de primer nivel, en programas como Roundtable o Movie Phone es una maravilla; la existencia de todo ese material transforma la calidad del trabajo del periodista cultural en prensa, no se puede ya escribir de la misma forma una reseña sobre una película de estreno, hay mucha información, insides del mismo protagonista sobre el film y los detalles de producción, o comentarios del director, es decir, la calidad del artículo crece necesariamente, si uno sabe embeberse de ese material con verdadera pasión antes de sentarse frente al teclado para escupir unas palabras como ametralladora antes que se desvanezca la sensación adquirida. Por ejemplo respecto de la película Prisioners (2013) con Jake Gyllenhaal y Hugh Jackman, de lo mejor que se estrenó en el año, se tiene la obligación de indagar un poco más respecto de la construcción de los personajes, la procedencia de esa historia macabra, el enfoque que deseaba dar el director (por qué no existe ni una escena en todo el film, más de dos horas, en la que se vea la luz de un día soleado), es decir, todo ello tiene su propósito, y tiene que ver con el proceso creativo, algo apasionante, que también puede contagiar al mismo periodista en la confección de su nota. 

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