El UFC es completamente funcional al discurso de una gran parte de la Familia Gracie. Escucho una y otra vez a los hijos de Rorion Gracie afirmar que ofrecen un jiu jitsu para poder defenderse en la calle, esto es, "street ready to don´t get beat up". Es un buen lema para vender la academia. Su posición bastante más jugada a ese lado ahora no sorprende mucho, sobre todo después de ver cómo fue evolucionando la faceta deportiva del jiu jitsu en América, y desde cierto momento ya de manera independiente a sus difusores originales, siguiendo su propio curso. Por ello los Gracies debieron reorientar su enfoque, también su eslogan; pero aquella frase de que el "jiu jitsu puro" sólo se ofrecía en la Gracie Academy en Torrance, California, terminó por provocar disputas y miramientos dentro del mismo clan Gracie, creando una cierta enemistad respecto de la línea que promueve Carlinhos Gracie con la Gracie Barra.
En una serie de entrevistas en un programa de radio de bjj donde participaron primero Relson Gracie, férreo como es él, luego Renzo Gracie, calentando el tono de la conversación, y luego Rener Gracie para apaciguar y reafirmar su posición, se puso el tema de fondo en tapete: ¿Qué es lo que tienen para ofrecer de diferente a estas alturas los Gracies? ¿Y existe alguna exclusividad, alguna línea más autorizada que otra dentro de la misma familia?
En una serie de entrevistas en un programa de radio de bjj donde participaron primero Relson Gracie, férreo como es él, luego Renzo Gracie, calentando el tono de la conversación, y luego Rener Gracie para apaciguar y reafirmar su posición, se puso el tema de fondo en tapete: ¿Qué es lo que tienen para ofrecer de diferente a estas alturas los Gracies? ¿Y existe alguna exclusividad, alguna línea más autorizada que otra dentro de la misma familia?
Renzo Gracie intervino con bravura, insinuando que en la familia de Rorion Gracie no habían campeones, así que deberían quedarse callados. "Sólo los campeones tienen el derecho de hablar" -decía. Atacaba así donde más podía dolerle al empresario Rorion, que se ha convertido en un gran difusor del arte, pero no en su más admirable practicante, ni creo que se haya preocupado mucho por desarrollarse como competidor. Cierto es que existen poetas tan verdaderos que no necesitan escribir ni una línea para dar crédito de su proveniencia, pues su vida misma exhala el aire poético más puro y sutil. Pasa lo mismo con el jiu jitsu así como lo haría con cualquier arte. Con Rorion, a pesar de que se ha portado con alguna bajeza en el pasado, sucede algo parecido, esto lo diremos a su favor, pues ha demostrado su comprensión del arte del jiu jitsu en la manera en que lo convirtió en diagrama de trabajo al gestionarle visibilidad en América. Cierto es sin embargo que a estas alturas, en la actualidad, el jiu jitsu que llevaron los Gracies a USA ha sido más modificado por los americanos y los brasileños que enseñan en esas tierras, que el que Helio Gracie modificó proveniente de la tierra del sol naciente. Helio Gracie, admirable artista marcial, hizo un trabajo creativo de apropiación formidable, lo volvió más funcional para sus características, su biotipo y su mentalidad. Lo que no me queda claro es cómo la práctica del jiu jitsu lo curó de sus dolencias físicas, de su poca potencia para el esfuerzo físico continuado. ¿O era el jiu jitsu una manera de compensarlo o realmente logró, junto con la dieta diseñada por Carlos, curarlo de sus malestares?
Hemos planteado una pregunta ya: ¿qué ofrecen a la mesa los Gracies hoy en día? Al parecer, dados los resultados de los peleadores que contratan como coachs de pelea en el suelo a Rener y Ryron Gracie, podemos suponer que ofrecen una especie de refinación en el jiu jitsu que se practica. Rener incluso incursionó por Europa no hace mucho para difundir su trabajo a través de seminarios titulados como "Mastering", y donde luego aparece algo como el "armbarr triangle" o "rear mount naked choke"... etc. Y esta masterización en la ejecución de la técnica viene por una comprensión más aguzada de la técnica, de cómo se incorpora en una secuencia, y cuáles son sus entradas y salidas. Eso es lo que ofrecen los Gracie en su academia en California, también ahora en la nueva que abrieron en Beverly Hills: la capacidad de comprensión refinada. Una capacidad para desglosar cada técnica y analizarla desde diversos ángulos. Minuciosidad. Sus videos en you tube pueden sostener fácilmente este argumento, estos muchachos tienen gran talento para explicar de manera amena las distintas implicaciones de una posición y una técnica.
Ahora, la preocupación fundamental de Helio, a quien tanto citan, era la de conseguir mejores condiciones de vida para su numerosa familia, y con ese fin en mente se aliaron con su hermano mayor Carlos, el guía espiritual del clan. Llegado el momento, Helio ganó peleas que debía ganar, eran momentos puntuales, cuando toda la atención mediática de ese tiempo estaba encima de ellos, pero no se puede decir por ello que era el mejor peleador o que era imbatible. Probablemente hubiera perdido con algunos de ellos si volvían a pelear, una vez que estos ya sabían cuál era su juego, pero eso no pasaba, no habían rematches. La lógica formal, una rama de la filosofía occidental, es una herramienta importante en esta ocasión: no se puede inducir que por ganar unas cuantas peleas un peleador se convierte inmediatamente en imbatible. Eso es confiar mucho en el poder de la representación, decir que venció al mejor representante de karate, o de capoeira, o de box, lo que fuere, es tomar al estilo antes que al individuo. La experiencia nos dice que siempre existe un mal estilo para cualquier peleador, un bad matchup. Sólo existe el momento y la fortaleza, decisión y capacidad con la que afrontas ese momento, y Helio sabía hacer eso, he performed well, a la altura de lo que se esperaba, por eso decía que ni siquiera había que festejar una vez que se le declaraba vencedor, no era una sorpresa, él iba preparado para vencer. Pero son situaciones puntuales, y ganar muchas situaciones puntuales por un largo periodo de tiempo es mérito de aquel que sabe mantener su fortaleza mental en el tope, además de su cuerpo bien aceitado y su técnica en creciente desarrollo. No acomodarse en un lugar de comodidad nunca, es el mismo reto del artista. Cuando Anderson Silva perdió con Weidman la primera vez lucía un poco fuera de su lugar de habitat, y sus palabras en el postfight lo dejaban bien a la vista; poco después, de la nada, decidió que iba a tomar la revancha, inmediato, como si tuviera esa prisa por recuperar el cinturón, y en realidad no la tenía, en lugar de ello quería dejar de ser campeón por un tiempo, deshacerse de esa presión enorme que decía sentir sobre los hombros. Cuando tomó la revancha algo no terminaba de entrar en su lugar. Él había venido ganando pelea tras pelea desde hace 6 o 7 años, algunas con más holgura que otras, y eso lo había convertido en el mejor de todos los tiempos, el más admirado, todo lo que se quiera. Pero perdió una y salió inmediatamente de las listas de best pound for pound. Lo único que el fan promedio y las listas parecen valorar es la actualidad, la manera en que manejas el desafío actual, eso te hace ser lo que eres, podría perder en un combate con muchos peleadores de MMA allá afuera, pero si gana en esa noche seguirá siendo el número 1, el imbatible. Es la ilusión. Y perdió con Weidman por segunda vez, y de una manera más contundente aún, fue como un castigo, como si hubiera metido la pata con los diosos del combate, había regalado algo sagrado como si no valiera mucho, era algo de lo que estaba en posesión hasta esa primera pelea, y ese juego de burlarse en el ring y perder como lo hizo la primera vez le quitó su aura, su brillo. La confianza es algo que se construye, no es una entidad permanente que surge de la nada. Por ello comenzamos este post refiriéndonos al UFC, porque este enorme evento de alcance mundial vende esa ilusión, la ilusión de la imbatibilidad, que se cae ante el primer resultado adverso. No existe tal cosa, y probablemente habría que decir que en cuanto a la pelea en la calle, sólo existe el momento, la manera de afrontarlo con confianza, y eso depende de muchos factores. Helio Gracie tenía ante todo su mente, muy poderosa, junto a una voluntad casi inquebrantable, era como un león en el cuerpo de un chivo. Ese tipo de actitud y de confianza en lo que tienes entre manos, esa disposición de ir hasta el final te hace peligroso. Eso es de lo que no hablan Rener ni Ryron, y es algo que se desarrolla más con un espíritu competitivo que con un espíritu de preservación de profesor, supongo.
Hemos planteado una pregunta ya: ¿qué ofrecen a la mesa los Gracies hoy en día? Al parecer, dados los resultados de los peleadores que contratan como coachs de pelea en el suelo a Rener y Ryron Gracie, podemos suponer que ofrecen una especie de refinación en el jiu jitsu que se practica. Rener incluso incursionó por Europa no hace mucho para difundir su trabajo a través de seminarios titulados como "Mastering", y donde luego aparece algo como el "armbarr triangle" o "rear mount naked choke"... etc. Y esta masterización en la ejecución de la técnica viene por una comprensión más aguzada de la técnica, de cómo se incorpora en una secuencia, y cuáles son sus entradas y salidas. Eso es lo que ofrecen los Gracie en su academia en California, también ahora en la nueva que abrieron en Beverly Hills: la capacidad de comprensión refinada. Una capacidad para desglosar cada técnica y analizarla desde diversos ángulos. Minuciosidad. Sus videos en you tube pueden sostener fácilmente este argumento, estos muchachos tienen gran talento para explicar de manera amena las distintas implicaciones de una posición y una técnica.
Ahora, la preocupación fundamental de Helio, a quien tanto citan, era la de conseguir mejores condiciones de vida para su numerosa familia, y con ese fin en mente se aliaron con su hermano mayor Carlos, el guía espiritual del clan. Llegado el momento, Helio ganó peleas que debía ganar, eran momentos puntuales, cuando toda la atención mediática de ese tiempo estaba encima de ellos, pero no se puede decir por ello que era el mejor peleador o que era imbatible. Probablemente hubiera perdido con algunos de ellos si volvían a pelear, una vez que estos ya sabían cuál era su juego, pero eso no pasaba, no habían rematches. La lógica formal, una rama de la filosofía occidental, es una herramienta importante en esta ocasión: no se puede inducir que por ganar unas cuantas peleas un peleador se convierte inmediatamente en imbatible. Eso es confiar mucho en el poder de la representación, decir que venció al mejor representante de karate, o de capoeira, o de box, lo que fuere, es tomar al estilo antes que al individuo. La experiencia nos dice que siempre existe un mal estilo para cualquier peleador, un bad matchup. Sólo existe el momento y la fortaleza, decisión y capacidad con la que afrontas ese momento, y Helio sabía hacer eso, he performed well, a la altura de lo que se esperaba, por eso decía que ni siquiera había que festejar una vez que se le declaraba vencedor, no era una sorpresa, él iba preparado para vencer. Pero son situaciones puntuales, y ganar muchas situaciones puntuales por un largo periodo de tiempo es mérito de aquel que sabe mantener su fortaleza mental en el tope, además de su cuerpo bien aceitado y su técnica en creciente desarrollo. No acomodarse en un lugar de comodidad nunca, es el mismo reto del artista. Cuando Anderson Silva perdió con Weidman la primera vez lucía un poco fuera de su lugar de habitat, y sus palabras en el postfight lo dejaban bien a la vista; poco después, de la nada, decidió que iba a tomar la revancha, inmediato, como si tuviera esa prisa por recuperar el cinturón, y en realidad no la tenía, en lugar de ello quería dejar de ser campeón por un tiempo, deshacerse de esa presión enorme que decía sentir sobre los hombros. Cuando tomó la revancha algo no terminaba de entrar en su lugar. Él había venido ganando pelea tras pelea desde hace 6 o 7 años, algunas con más holgura que otras, y eso lo había convertido en el mejor de todos los tiempos, el más admirado, todo lo que se quiera. Pero perdió una y salió inmediatamente de las listas de best pound for pound. Lo único que el fan promedio y las listas parecen valorar es la actualidad, la manera en que manejas el desafío actual, eso te hace ser lo que eres, podría perder en un combate con muchos peleadores de MMA allá afuera, pero si gana en esa noche seguirá siendo el número 1, el imbatible. Es la ilusión. Y perdió con Weidman por segunda vez, y de una manera más contundente aún, fue como un castigo, como si hubiera metido la pata con los diosos del combate, había regalado algo sagrado como si no valiera mucho, era algo de lo que estaba en posesión hasta esa primera pelea, y ese juego de burlarse en el ring y perder como lo hizo la primera vez le quitó su aura, su brillo. La confianza es algo que se construye, no es una entidad permanente que surge de la nada. Por ello comenzamos este post refiriéndonos al UFC, porque este enorme evento de alcance mundial vende esa ilusión, la ilusión de la imbatibilidad, que se cae ante el primer resultado adverso. No existe tal cosa, y probablemente habría que decir que en cuanto a la pelea en la calle, sólo existe el momento, la manera de afrontarlo con confianza, y eso depende de muchos factores. Helio Gracie tenía ante todo su mente, muy poderosa, junto a una voluntad casi inquebrantable, era como un león en el cuerpo de un chivo. Ese tipo de actitud y de confianza en lo que tienes entre manos, esa disposición de ir hasta el final te hace peligroso. Eso es de lo que no hablan Rener ni Ryron, y es algo que se desarrolla más con un espíritu competitivo que con un espíritu de preservación de profesor, supongo.
II
Me pregunto qué diría Bruce Lee respecto de este tema. Quiero decir, me encantan los videos de Rener y Ryron Gracie, y su trabajo con los programas Gracie Combatives, Bullyproof y Women empowdered me parecen extraordinarios, de modo que coincido así con mucha gente que los ha elogiado por tal labor. Pero ese discurso que manejan, sobre todo Rener, cuando quieren separar al jiu jtsu deportivo del jiu jitsu para la calle, pues todo ello me parece exagerado, o manipulado, algo demagógico, y se me ocurren muchos argumentos que podría plantear en contra de su posición. Es un ejercicio interesante sentir esta oscilación entre cierta admiración y al mismo tiempo no estar de acuerdo. Se me ocurren varias razones para contrariarlos, primero que existen demasiadas variables imprevisibles en el escenario de una pelea, y la confianza para irse al piso con un extraño que quiere hacerte daño no parece muy aconsejable, a no ser que sea tu último recurso o te veas forzado a sobrevivir en esa distancia. Cerrar la distancia sí es un recurso muy bueno contra alguien más fuerte que te quiere golpear, y eso ya lo sabíamos desde que vimos "Luces en la ciudad" de Charles Chaplin, cuando su famoso personaje se mete en una pelea de box del bajo mundo sólo por ganar unos pesos para pagar el alquiler de la bella mujer no vidente que lo ha enamorado. En esa escena el bravo oponente lo sigue por todo el ring para acertarle un swing salvaje, a lo que Chaplin reacciona agachándose lo justo y amarrando inmediatamente los dos brazos del rival. Excelente estrategia para frustrar, muy natural, propia de un pobre pillo que está ahí para sobrevivir. Entonces, primero sobrevivencia, después yo creo que una gran parte de la seguridad que uno puede encontrar en una pelea en la calle viene por el manejo de los puños, y desde luego de saber colocarse en una postura donde se protege los testículos. No mucha gente maneja con destreza sus puños, y en cambio naturalmente casi cualquier tipo que se siente irritado y desea lastimar a alguien elegirá como primera opción lanzar un poderoso cross o swing con la mano retrasada, un golpe descontrolado en muchas ocasiones y carente de técnica. Pero es una reacción natural, la mayoría de los bullys atacan con este golpe. Y un primer principio de defensa personal es saber protegerse de este golpe.
Luego, difícil es imaginarse todo el magullamiento que debe sufrir el cuerpo para rolar en el pavimento, en un enlosado, un empedrado o en la superficie abarrotada de una discoteca. Y aquello de lo que los de la Gracie Academy tanto se precian de señalar como marca distintiva se convierte en una meta muy pretenciosa: ¿existe una fórmula para asegurarte que estarás a salvo en cualquier tipo de agresión o asalto en la calle? Sobre todo porque en la calle la mayor parte de las veces las peleas son en grupos, siempre hay alguien con el otro, a veces más de uno.
Sigamos. La mayoría de las personas que estarían dispuestas a atacarnos, una vez que nos ven en buen estado físico, con juventud, en nuestros cinco sentidos, etcétera, a no ser que existieran problemas personales de por medio, son generalmente aquellas que tendrían que usar un arma para asegurar que podrían ganarnos nuestras voluntad. En vista de ello, es necesario aprender a lidiar contra la amenaza de un cuchillo, de un palo, de una botella rota, y el Gracie Jiu Jitsu no se destaca en esa faceta respecto de otras artes como el publicitado Krav Maga o algunas artes coreanas como el Hapkido.
Luego, difícil es imaginarse todo el magullamiento que debe sufrir el cuerpo para rolar en el pavimento, en un enlosado, un empedrado o en la superficie abarrotada de una discoteca. Y aquello de lo que los de la Gracie Academy tanto se precian de señalar como marca distintiva se convierte en una meta muy pretenciosa: ¿existe una fórmula para asegurarte que estarás a salvo en cualquier tipo de agresión o asalto en la calle? Sobre todo porque en la calle la mayor parte de las veces las peleas son en grupos, siempre hay alguien con el otro, a veces más de uno.
Sigamos. La mayoría de las personas que estarían dispuestas a atacarnos, una vez que nos ven en buen estado físico, con juventud, en nuestros cinco sentidos, etcétera, a no ser que existieran problemas personales de por medio, son generalmente aquellas que tendrían que usar un arma para asegurar que podrían ganarnos nuestras voluntad. En vista de ello, es necesario aprender a lidiar contra la amenaza de un cuchillo, de un palo, de una botella rota, y el Gracie Jiu Jitsu no se destaca en esa faceta respecto de otras artes como el publicitado Krav Maga o algunas artes coreanas como el Hapkido.
Otro tema aledaño respecto del nivel del jiu jitsu que enseñan es el siguiente: muchos en la comunidad del BJJ han criticado el hecho de que aprender por videos es incompleto, porque se necesita las rolas, el sparring real con compañeros que ofrecen resistencia para sentirse realmente confiante. Pero añadiríamos algo importante: El programa de discos del Gracie Combatives no te enseña el jiu jitsu invisible del que habla Rickson Gracie. Ese jiu jitsu invisible tiene que ver con la manera en que uno siente la dinámica de los movimientos una vez que la rola ha comenzado, las variaciones, las transiciones de una posición a otra, la prevención que uno toma para no ser atrapado por tal o cual maniobra, al mismo tiempo que trata de anticipar el siguiente movimiento del oponente para tomar una posición ventajosa. Eso se asimila en el cuerpo, a tiempo que se expande las posibilidad mentales de conexión y reconexión. El jiu jitsu es un juego de posiciones, de lucha por las posiciones dominantes, pero según una noción de la lucha que no indica real antagonismo, se trata más bien de un fluir, aprender a estar atento y sensible por la salida más fácil, el camino de menor oposición. Con el jiu jitsu uno aprende algunas líneas como por ejemplo:"siempre puedes hacer algo de una manera más fácil". Es muy útil tenerlo presente. Empecinarse en una manera, hacer mucha fuerza, forzar demasiado, es signo de falta de práctica, de poca pericia en el uso de las técnicas, de espíritu pobre.
En el día a día de la vida lidiamos constantemente con la oposición. Lo más común es que te encuentres en una escenario donde tus interlocutores no piensan como tú. Se producen fricciones, alguien contradice lo que dice. Curioso verbo ese: contradecir. Decir en contra. La palabra "contra" designa la dirección en la que se enfoca la nueva opinión que aparece. Pero es un verdadero arte mantenerse relajado y establecer las lineas de dirección de esa opinión, es posible que no sea realmente algo totalmente contrario, y que se encuentren en ella algunos elementos que se pueden rescatar, extraer o prolongar, para conectarlos con la dirección de nuestro mismo argumento. Ese es un procedimiento con más cara de jiu jitsu.
Entonces, volviendo los cauces hacia nuestro tema central, los programas que los Gracies ofrecen en sus videos son una muy buena introducción al sistema, y además son un excelente acompañante para potenciar el aprendizaje en el aula. Pero no hacen todo el trabajo de transmitirte todo lo que necesitas saber para llegar a un nivel interesante de cinturón azul. Sin embargo, como recién estás empezando, tampoco tienes las posibilidades de darte cuenta, estás muy lejos de poder comprenderlo a ciencia cierta. Y en cuanto a las clases que ofrecen en vivo, al enfoque de los hijos de Rorion, podemos percibir claramente algunas fallas. Los ejercicios de defensa contra golpes de puño desde la guardía o desde la posición de montado son muy buenos, hay que practicarlos, y es cierto que existen escuelas que enseñan el jiu jitsu sin ningún tipo de golpes de por medio, como si no debieran enfocarse hacia la defensa personal. Hacen bien los Gracies en recalcar este aspecto. Relson Gracie en su trabajo de difusión del arte en Hawai insistió en ello, también Rickson y Royce, como una forma de mantener el enfoque que su padre les había enseñado. Pero lo que siempre me pareció dudoso de los Gracie es su falta de habilidad para lanzar golpes y esquivarlos, sin necesariamente forzar el clinch. Royce hizo un trabajo interesante cuando peleó con Keith Hackney, me encantaba ver esa pelea, porque parecía como que Royce sabía boxear un poco y hasta lanzar unas patadas, pero después cuando peleó con Sakuraba me pareció decepcionante, aquella fragilidad en sus golpes, y su falta de conocimiento para bloquear los low kicks...
Un tema que me ha interesado mucho en las últimas semanas ha sido el de la variación de enfoques. Se trata de las diferentes maneras en que cada uno puede apropiarse de algo que se le trasmite. Una manera de leer la filosofía es una manera de apropiarse de ella, esa es una concepción un poco más agresiva de la lectura. Lo mismo pasa con el BJJ. Existe una distancia entre la manera en que lo hacen Rener y Ryron Gracie respecto de la manera en que Kron Gracie habla de ello. Kron tiene una visión bastante más enfocada en el ataque. Siendo Gracies, coinciden en algo fundamental: lo primero es no perder, es decir, no rendirse, no estar fuera de la pelea. Pero Kron tiene una visión más influida por su padre, por supuesto, y eso lo catapulta a esferas más altas. Mientras Rener Gracie se sienta de manera medio desapercibida en la esquina de Ronda Rousey sosteniendo su toalla, Kron Gracie está compitiendo al más alto nivel y ganando un ADCC 2013, por ejemplo. Son los caminos diferentes que han tomado. Como el mismo Rorion, el talento para la competición no acompaña precisamente a sus hijos, y lo sabemos por los inicios de sus carreras, realmente no parece estar en sus genes. Cuando Ryron pelea con Andre Galvao en Metamorys prueba su punto, puede sobrevivir y no ser vencido peleando contra un atleta superior a él. En el fondo lo que hace es reconocer su inferioridad, y entonces no le queda más que congratularse por un empate, por no haber sido finalizado. Lo que hubiera sido más interesante es que pasara al ataque en cierto punto de la pelea de una manera más decidida, una vez que se veía claramente que Galvao estaba algo frustrado y un poco más cansado de volver a estar en pie. Pero esto hubiera sido arriesgar en la mente de Ryron, lo hubiera expuesto a cometer un error o dejar una abertura, de modo que fue muy cauteloso. No peleó por posiciones, como se supone que se debe hacer en jiu jitsu, aunque si se preocupó de no ser montado y de que no le tomen la espalda, después mostró que podía estar relajado estando abajo muy consciente de lo que intentaba hacer su rival. Muy distinta sería la mentalidad de Kron, en esto más cerca a la de Marcelo García. Marcelo diría, "hay que atacar y atacar, si sólo defiendes estás perdiendo la pelea, y estás perdiendo tiempo de atacar". Distintas mentalidades, pero puede ver cómo influyen en el juego de ambos, siendo el juego de Marcelo el más admirado y elogiado del mundo, mientras que el de Ryron es poco emocionante, más limitado y lento, siendo quizás bueno para reforzar partes defensivas, pero no como un completo juego de ataque y contraataque.
[Continuará]