Por: Jorge Luna Ortuño
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Now,
what is this thing you do?
ºIn Cantonese, Jeet Kune Do: the way
of the intercepting fist.
-
Intercepting
fist ah…?
º Or foot. Come on, touch me, anyway
you can.
You see. To reach me, you must move
to me, your attack gives me an opportunity to intercept you. In this case, I
use my longest weapon, my side kick, against your nearest target, your knee-cap.
This could be comparable to your left jab in boxing, although is much more
damaging
-
I see,
and speeking of boxing…
º Ohh, now I intercept your
emotional tenseness. You see, from your thought to your fist, how much time was
lost?[1]
En 1971 Bruce participó en la serie
“Longstreet”, oportunidad que aprovechó para difundir su visión acerca de las
artes marciales[2],
y presentar un nuevo concepto: Jeet Kune Do, que en cantones significa: el camino del puño interceptor. Se trata de un nuevo concepto, interceptar, que en el
vocabulario de la lengua española puede entenderse básicamente de tres maneras:
1) Apoderarse de una cosa antes de que llegue a su destino. 2) Detener una cosa
en su camino. 3) Obstruir una vía de comunicación.
Apoderarse de una cosa antes de que
llegue a su destino.
Apoderarse del movimiento y de la intención que el oponente ha dado inicio.
Captar esa energía, dejarse afectar por ella a partir de un grado alto de
sensibilidad del cuerpo sin órganos. Ver sin los ojos, sentir sin la piel.
Captar el inicio de ese movimiento, y encauzarlo dándole un fin. El agresor
inicia un movimiento por el que él mismo acaba siendo alcanzado. Uno se limita
a ser una receptividad pura, una conciencia impersonal a-subjetiva.
Detener una cosa en su camino. En este punto el concepto de
interceptar expresa una concepción más activa de la pelea. En las artes
clásicas, como en el Karate, se efectúan bloqueos pasivos y en un segundo
momento se encadena un golpe o un atemi. En el caso del Aikido, la idea es no
oponer resistencia, sino absorber una energía en mal uso para devolverla a su
flujo natural de circulación; pero esta es en cierta forma una manera pasiva de ver el
combate porque el aikidoka tiene que esperar el ataque. Como en una película, o
en una puesta de teatro, cada actor puede irse moviendo y desarrollando su
personaje solo en la medida que la línea del otro actor le permite expresar sus
propias líneas como respuestas o reacciones. Sucede lo mismo con el practicante
de Aikido: tiene que esperar, no toma la iniciativa porque nunca es el agresor.
Aquí esta la diferencia implícita en el concepto de interceptar. En JKD uno
puede tomar la iniciativa sin ser el agresor, es lo que Bruce llamaba la defensa agresiva, esto es interceptar. Las
posturas, los movimientos, y las contras se encargan de detener la progresión
del movimiento ganando en la línea que arremete, de esta forma, la mejor
defensa no requiere de esperar un ataque, sino de mantener al adversario
defensivo en su interior.
Obstruir una vía de comunicación.
En una pelea también se
pueden trazar cartografías, o planos; entre los peleadores se puede trazar
líneas rectas, curvas, diagonales, circulares, etc., son las líneas posibles
entre ellos. Para interceptar hay que montarse en estas líneas, obstruirlas, y
la principal obstrucción se realiza en la distancia más corta a recorrer entre
dos puntos: la línea recta. A partir del Wing Chun, el concepto que Bruce Lee
toma es el de “la línea del centro” (li sien dar), una línea que se puede
trazar desde la nariz hacia el tabique del adversario. La primera cuestión es predominar
en esta línea, anticipar cualquier posible intento de ocuparla, ser el
primero. Es el camino que sigue el puño
que intercepta, lo mismo que la patada lateral, o el jab de dedos, hay que
recorrerla.
Bruce
continua: “to reach me, you must move to me. That
gives me an opportunity to intercept you”[3].
Cuando la distancia es amplia, el contrario que
ataca necesita de algún tipo de preparación[4], y los
patrones de entrenamiento de la mayoría de los sistemas enseñan a preparar el
ataque con golpes cortos y precavidos, como el jab, o la patada frontal. Son
ataques simples que, de manera cauta, buscan abrir una entrada, y crear una
abertura para iniciar un ataque. Esta es una primera consideración que un buen
luchador debe hacer cuando quiere interceptar a su oponente: tiene que atacarlo
en el momento en que está preparando su ataque. Para esto debe utilizar ataques
de primera línea, por ejemplo, lanzar una patada lateral a la espinilla para
interceptar un jab. La idea es que el arma más larga se lanza hacia el blanco[5]
más cercano. Se opone un golpe de poder (que es bastante destructivo y que
puede llegar con mucha potencia), contra un golpe de tanteo que sirve para
iniciar un ataque o abrirle paso al verdadero golpe destructivo. Es por eso que
el practicante de JKD funciona a otra velocidad, trata siempre de estar un paso
adelante, por eso, en su no-estilo es capaz de concebir el inicio de un ataque
con un golpe de poder, por ejemplo, de abrir una combinación con un
gancho-horizontal (crochet) con la mano adelantada en lugar de un jab. Esta es
una cuestión completamente heterodoxa que no se encontrará en los manuales de
boxeo. Pocos ejemplos tan claros como aquella forma de golpear de Roy Jones en sus mejores años. [6]
Hay que
interceptar el movimiento, no el golpe. Hay
que encontrarse con el movimiento del oponente, casi como cuando uno se
encuentra con un tono musical, con un color, con una idea.
Interceptar es anticiparse al oponente física, mental y emocionalmente. Requiere
de unas cualidades extraordinarias. Requiere de gran velocidad de percepción,
de un estado de alerta altamente desarrollado, de una capacidad de anticipación
extraordinaria, de una sensibilidad o capacidad de ser afectado instantánea y
de una velocidad de reacción sumamente corta.
Adaptarse[7]
al oponente quiere decir, entrar en una zona de vecindad[8]
en la que ya no se puedan distinguir los movimientos como pertenecientes a un
individuo, desaparecen los posesivos “tuyos”, “míos”. Uno se sincroniza
perfectamente al oponente, es como entrar en una atmósfera controlada en la que
ambos se difuminan y solo quedan conexiones de energía, ondas o frecuencias; se
genera una sintonía común entre ambos, y una vez captada solo queda moverse en
ella[9]. Suena muy artístico, pero es realmente
así, es similar a la danza. Hay que dejar que el cuerpo se mueva según el ritmo
y la cadencia que encuentre en su relación con el oponente.
El JKD es un arte de expresión total, una
forma de moverse según una lógica de sensaciones. De los gritos desesperados de
la organización, se pasa a los cantos de la vitalidad no-orgánica. Se establece
un ritmo, se escucha la música del cuerpo y se mueve según esas oscilaciones y
compases. Bruce quiere graficar esto en sus películas, la velocidad de sus
golpes esta conectada con los sonidos que emite. Hay un devenir que se esta
expresando en él a cada momento. En “El retorno del Dragón”, en la épica pelea
contra Chuck Norris en el coliseo romano, podemos ver a un gato que acompaña la
escena de combate, y que en cierta forma es un protagonista. Primero, su grito
da inicio a la pelea, y Tang Lung arremete con una serie de patadas laterales. Al
principio el campeón de Kárate está ganando la pelea, de modo que Tang Lung se
ve forzado a hacer algo diferente. Comienza a fluir y a dotarse de fuerzas
animales que lo recorren, en cierta forma el gato expresa todo eso. Entonces
comienza a bailotear, y desplazarse en círculo esquivando ágilmente y con gran
estilo las patadas del karateka. Es una escena que se muestra en otro tiempo,
nos recuerda al juego e pies de Muhammad Alí, y representa el punto “bisagra”
en la pelea.
El gato se pone a jugar con una pequeña
piedra, mientras Tang Lung comienza a jugar con su oponente, está cogido en un
devenir-gato, es afectado por su agilidad, y su percepción. Se dota de una fuerza animal para ponerse en
control del combate. En ese momento comienza a atacar utilizando fintas y un
ritmo roto, Bruce quiere mostrar una expresión total y honesta de un verdadero
luchador. Su personaje se mueve libremente, sin ataduras, parece que estuviera
flotando, en completo dominio de la distancia, avanza y retrocede, entra y
sale, y grita como un gato, y luego como un pájaro, pues está cogido en un
devenir-animal.
Casi al terminar la pelea ejecuta una
tremenda combinación de golpes de puño al cuerpo que termina con un empujón
para darse espacio, y encadenarla con una violenta patada circular a la cara, casi
como un chicotazo. En toda esa secuencia Tang Lung va coordinando la velocidad
de sus golpes con el sonido y la intensidad de sus gritos. Sus gritos son una
especie de soplos, soplos de vida y funcionan como un cronómetro de velocidad
variable.
Estas variaciones no se pueden percibir a
partir de los estilos clásicos, porque estos funcionan como cronómetros a
velocidad uniforme. Los estilos clásicos enseñan a pelear mediante katas,
formas, rutinas, con lo que se limitan a expresar en términos antiguos algo que
esta vivo. ¿Qué pasa cuando la Sinfónica de Paris toca
la 9º Sinfonía de Beethoven? ¿Expresa algo vivo en términos antiguos? John Cage[10]
ha explorado en estos temas, por ejemplo, para describir el rol del director de
orquesta, Cage emplea el término: cronómetro a velocidad variable,
reprochándole al director clásico de orquesta serlo a una velocidad uniforme. A
velocidad uniforme se sigue un tiempo lineal, en el que se sigue una sucesión
de notas. Es por esto que los practicantes de
Karate se ven tan rígidos, y parecen robots, o seres mecanizados:
bloqueo-puño-patada-bloqueo.
Muhammad Alí se burlaba de George Foreman por la monotonía en el ritmo
de sus ataques, le parecía un peleador completamente previsible, por lo que decía
que no tenía que preocuparse por la potencia de sus golpes. Haces pasar la derecha y ya sabes exactamente
a que velocidad viene la izquierda, puedes pararte a esperarla y esquivarla
justo antes de que llegue. Así se mofaba Alí, y esto se pudo comprobar
plenamente cuando le propinó su primera derrota a Foreman en aquella legendaria
pelea en Zaire, Kinchasa (1974)
En un combate, un mismo movimiento de la
obra puede ser interpretado a velocidades completamente diferentes. Como dice José
María Fraguas, el director de Cinturón Negro: “el JKD y la idea de Lee se pueden asemejar con los músicos de Jazz,
aún teniendo un esquema para representar su canción, pueden incluir notas y
hacer “solos” que liberan esa pieza de los límites clásicos”[11]
Los movimientos son en sí mismos planos sobre los que se producen fugas, y
emancipaciones por todos lados. Todo buen peleador tiene su propio ritmo[12],
y pelea según él, pero también sabe generar fugas en su interior. Esto es lo
que Bruce denominaba el ritmo roto.
Movimiento-música-territorio, las tres
cosas van juntas.
El JKD tiene mucho que ver con la música,
habría que dedicarle un capítulo. Bruce también efectúa cartografías: “observa
la concentración de tu contrario como si fuese un gráfico, y ataca en las
depresiones, en sus momentos de irresolución”[13]
De hecho, Bruce Lee relacionaba mucho su
entrenamiento con la música[14].
Una vez más unas líneas de Longstreet: Listen to the
music. Related with that. There are two movements but they are kind of one
movement. Son palabras de Bruce Lee. Asimismo, el ejercicio que se aconseja en el libro
rojo del Método de Combate de Bruce Lee para ejercitar el estado de alerta: al menor
movimiento del otro emitir una exhalación, un gesto, o un sonido, para aumentar
la velocidad de ejecución. El artista marcial, a parte de unos reflejos entrenados, debe también tener oído, al igual que un escritor.
La
sensibilidad la entendemos aquí un poco en términos de Kant. Se percibe lo que el cuerpo de
antemano tiene la capacidad de percibir.
Anticipar el movimiento del oponente. “de
la mente al brazo pasa mucho tiempo” hay que saber interceptar el movimiento
del oponente dentro ese tiempo. En “Operación Dragón” nos muestra esta aplicación.
Se encuentra frente a frente con Bob Wall. Ambos mirándose a los ojos, es como si
el tiempo se congelara. Se entra en una zona de vecindad con el oponente. Bruce
no le da tiempo ni de pestañar, a la menor variación pasa de estar en reposo a
moverse con destellante velocidad, de cero a mil por hora. Bob intenta iniciar
su ataque y una milésima de segundo después todo lo que siente es el estallido
de un puño en su cara. Eso es interceptar física y mentalmente.
Ahora, no hay que tomarlo literalmente, puedes
usar el puño, el pie, o cualquier otra parte de tu cuerpo que te resulte útil
para interceptar. Lo importante es que Bruce esta expresando un movimiento en
el nombre mismo del concepto[15].
No importa el practicante, el estilo, y no importa mucho que sea un puño, un
codo, o un dedo. Lo que interesa es expresar el movimiento: “El devenir
interceptor del puño”, o del pie. Lo importante no es el puño, sino lo que
deviene: interceptor; y esto sucede en un movimiento que queda captado en el
concepto. Por eso Bruce utiliza la expresión, el camino, porque se trata de captar en un concepto el movimiento,
algo que sucede “entre” las cosas, y no en las cosas. Y detrás de este concepto
se construye una maravillosa forma de pensar, que le puede servir a cualquier
artista marcial, y en general, a cualquier ser humano que lo capte.
Interceptar es un ataque y una defensa a
la vez. No es puramente duro, ni es puramente suave.
Por otro lado, un artista marcial debe
entrenarse para ser capaz de lanzar golpes que no puedan ser interceptados. El
golpe ininterceptable o que no puede
ser interceptado
Lanzar un golpe vertical no se trata
solamente de interceptar un golpe con la idea de evitar un golpe. No es la
negación, una oposición, un rechazo del ataque, o una manera de evitar ser
golpeado. Se trata de golpear cuando realmente se tiene que golpear. Sucede
como una afirmación positiva, y no como una negación o reacción. Esto significa
que en el momento que lo lanzas estas realmente expresándote honestamente a ti
mismo. Bruce Lee se preguntaba: ¿Como puedo aprender en el proceso a utilizar
mi cuerpo de modo que me pueda entender a mi mismo?
¿Pero que es uno mismo? Ahí continúa la
secuencia que es el concepto de JKD.
[1] Este
diálogo corresponde a un capítulo de la serie Longstreet, en la que el
personaje de Bruce Lee está explicando en qué consiste su arte.
[2] Bruce
consideraba al cine y la televisión como medios para educar a la gente en lo
que son las artes marciales.
[3]“Para
tocarme tienes que moverte hacia mí. Eso me da una oportunidad para que te
intercepte”.
[4] Bruce
Lee, “El Tao del Jeet Kune Do”. Pág.
65
[5]
Muchos suelen pensar que el blanco más adelantado del oponente es su mano
adelantada, pero no hay que confundir. Bruce consideraba sus blancos como los
puntos más débiles y vulnerables del cuerpo humano: los ojos, la rodilla, la
espinilla, el plexo solar, etc.
[6] Un
experto en este tema en el mundo del boxeo es Roy Jones Jr. Este peleador de
Pensacola Florida rara vez utiliza el
jab para abrir un ataque, y en su lugar lanza golpes de poder directamente.
Precisamente el gancho con la mano adelantada es su especialidad. Esto requiere
claro un gran sentido de la distancia, excelente timing, y mucha velocidad en
la ejecución de la técnica. Para los que quieran verlo recomendamos que revisen
su pelea de 1994 por el título de los supermedianos contra James Toney
[7]
Adaptarse, por ejemplo: adaptar la velocidad de ejecución de una finta a la
velocidad de reacción del contrario
[8]
Entrar en una zona de vecindad quiere decir que se produce un devenir entre
ambos, que ingresan en una zona en la que ya no cabe diferenciarlos. Se produce
algo que no tiene identidad, y es innombrable. Como el sonido que se produce al
chocar dos espadas.
[9] Es
como si tuvieran las manos y los pies pegajosos. De ahí que parte del
entrenamiento sea el Chi-sao (manos pegajosas), que consiste en aprender a
desarrollar una sensibilidad de los movimientos del otro, y adaptarse a ella.
[10] John Cage es conocido por
haber efectuado una singular diagramatización para la música electro-acústica,
en la que en lugar de tener un sucesión de notas, medible en un tiempo lineal o
diacrónico, se tiene una especie de movimiento que produce un trazo, lo que
permite producir tiempos de ejecución diferentes, tiempos de apertura, tiempos
no limitativos, etc.
[11] José
María Fraguas. Revista Cinturón Negro. Año V. nº57. “Bruce Lee, estilos y
formas”
[12] Las
artes marciales han estado acompañadas de la música siempre. Ahí podemos ver a
los capoeritas que se mueven al ritmo de la batucada,
respondiendo a un código que solo ellos entienden, graduando la velocidad sus
movimientos con la velocidad de la música, como torbellinos delirantes movidos
por el sonido del campanario. La gente brasileña lleva la música en la sangre
con un intensidad singular, y no es casualidad que Brasil produzca a muchos de
los mejores peleadores en todas las disciplinas. Y otro ejemplo es el de los
peleadores negros, Muhammad Alí con su famoso grito de guerra “flota como una
mariposa, pica como una abeja”, o los superveloces Roy Jones Jr, y Floyd
Mayweather, ligados en su estilo a la cadencia pegajosa del rap, etc.
[13] Bruce Lee. “El Tao del
Jeet Kune Do” p. 65
[14]
Bruce es uno de los pioneros de los ejercicios aeróbicos tan conocidos en estos
tiempos: cardio-box, aero-boxing, tae-bo, etc. El ya practicaba relacionando
los ejercicios cardiovasculares adaptándolos a ciertos rítmos musicales.
[15] Sucede
igual que cuando Deleuze recuerda al personaje principal del cuento de Kafka
(Gregorio Samsa) en Metamorfosis. Él
no dirá: “el hombre que deviene cucaracha”, porque lo que le interesa expresar
es el movimiento, lo que recorre, lo que esta aconteciendo. Entonces dirá: “el
devenir cucaracha del hombre”. Es el verbo lo que interesa, y el niño, que
aparecía como sujeto de la oración, aparece como predicado cuando se habla en
términos de devenir, esto expresa el movimiento, lo que esta ocurriendo.