la vida de todos se desarrolla en diversas líneas, muchas de ellas no son apercibidas por diferentes razones. a veces un diario ayuda a ordenar las sensaciones. mi vida se desenvuelve fuera de radar en muchos sentidos. aunque en la superficie cumpla esa frase que decía Kierkiegaard, "nada más que un burgués". las actitudes tienen mucho que decir de las personas. no puedo a veces ocultar mi sentido de rebeldía. una vez que las leyes del Bushido han influido en tu vida, entiendes lo que es vivir por un código, según unos valores que no te endurecen, porque no son raíces ni arbóreos, pero es que van contigo, como hileras aéreas. la cultura es aérea, subraya Sloterdijk, y con ese enunciado giró mi mundo, porque venía a alimentar la línea de trabajo que me propuse.
esto fue hace exactamente tres navidades, fines del 2014. descubrí, o más bien, le di vida a un nuevo concepto de sumergencia. la atmósfera de la nostalgia, de la neblina mística de los recuerdos en la vida, y la niñez, también de la familia añorada, todo ello empujaba a una sensación omnipresente. la soledad es algo muy preciado para mí. no puedo mentir, necesito la compañía como todos, pero no todo el tiempo. la diferencia es que me deshilacho por dentro cuando no puedo disponer de mi espacio mi tiempo y mis cosas para entregarme al solo acto de componer, reunir, buscar, escribir, lo que sea que llevo en mi búsqueda, para volverlo mi nuevo trabajo. el caso es que llegué a comprender el fenómeno de la sumergencia. el episodio de Arquímedes en la bañera fue fundamental para terminar de entenderlo. también pude esa misma época, lluviosa, hermosa en Santa Cruz, descubrir el concepto de conexiones inalámbricas subterráneas.
no puedo mantener el mismo respeto por mí mismo si no entrego este libro terminado a los demás este año. tengo mis lectores, por supuesto. los que yo conozco tal vez no pasen de veinte, pero se que hay otros que me leen sin que yo sepa casi nada de ellos, sólo por algún raquítico contacto por facebook.
volvamos a las conexiones inalámbricas subterráneas. esto es algo que no sabía cuando escribí mi primer libro Pensamiento inalámbrico (2013). las conexiones inalámbricas suceden por debajo, mientras estamos alimentando el cuerpo. por eso es importante leer de aquí y de allá, las lecturas salteadas que llama Piglia. mi cerebro funciona como un gran pulpo que se expande por lianas a los lados y avanza tomando muchas referencias de diversa procedencia. no siempre es fácil para todos. pero lo que espero es brindar una experiencia rica, estimulante, interesante, con diferentes posibilidades desde donde el lector pueda relacionarse y seguir. siempre he pensado que lo que no entiendes al leer un autor, lo debes dejar y pasar a lo siguiente. las cosas se entienden la mayoría de las veces de manera retroactiva, necesitamos dejar que las palabras y las ideas se asienten, que maduren en nosotros. sobre el arte contemporáneo, Enrique Vila Matas dice que el no entender habilita un espacio muy rico para la imaginación. es decir, ¿qué puedes hacer si no tienes la teoría previa que te pone en posición de aprovechar una obra de arte de punta? el arte contemporáneo es exigente en ese sentido, te pide que conozcas un poco de lo que se hace, de lo que se hizo, está lleno de guiños y referencias de hipercampo, a veces son una especie de palimpsestos visuales. pero en cambio Enrique utiliza su imaginación, que ya de por sí es muy suelta, para hacer algo con esas obras que lo conmocionan, le activan la curiosidad. tienes que ser un poco investigador con ciertas obras de arte contemporáneo que sí que son interesantes. la pregunta es cómo activar ese emprendimiento del expectador. Kassel invita a la lógica es una ventana hacia ello.
siguiendo con las conexiones inalámbricas subterráneas, les mostraré en qué momento sucedió. mi segundo cuaderno de anotaciones indica que fue el 26 de diciembre, antes de las 9:00 am, que llegué a esta noción. lo recuerdo como si fuera recién, habíamos desayunado con mis padres y la mañana era nublada, contenida, perfecta. la atmósfera del departamento estaba construida para escribir. esta frase había sido un disparador clave.
"you will be alone with the gods,
and the nights will flame with fire"
la extraje de un poema de Bukowski, ROLL DE DICE. if you are going to try, go all the way. otherwise, don´t even start...
la imagen de estar sólo en la noche acompañado de tus dioses ocultos, es la imagen que tengo del placer de escribir, de la compañía imperceptible, a la vista de otros, que te procura el escribir. es otro mundo con su propia música y sus piñatas y sus formas. cada uno es una ficción de su propio país. Jesús Urzagasti dice algo parecido en El país del silencio, su obra mística, insondable, infinita.
"Y así me manejé en la multitud, solo, en la mera compañía de mis dioses ocultos". (p.173).
así pues, llegué al concepto de conexiones inalámbricas subterráneas. me servía para estudiar los componentes del pensamiento, en su relación con la escritura y la lectura de la filosofía, de la literatura y las artes. este fue el disparador final que le dio vida: "la voz de algunos seres emerge de una profundidad que en ocasiones nos resulta familiar, como un espacio muy querido que se lleva portátil". el mundo de nuestras lecturas se hilvana en lo profundo, pareciera decirnos. la lectura incentiva para mí la figura de lo subterráneo. es lo que se queda con nosotros. Mientras, arriba, en lo aéreo, lo que hacemos es captar los datos, leemos de aquí y de allá, y escuchamos a otros, vemos películas, conocemos historias. las captaciones son aéreas, se producen por antena, pero las conexiones son inalámbricas. esto enfatiza en el hecho de que lo que se conecta toma su tiempo, va más allá de lo que uno quiere, es una resonancia entre fichas, casi sonora, que hace que se unan magnéticamente ciertas ideas, ciertas frases y pensamientos que ya son parte de nuestro bagaje.
así pues, no hubiera llegado a esta comprensión si no hubiera visto también una película muy bella en diciembre del 2014 sobre surfistas. Se llamaba "En busca de un sueño", la historía verídica de un joven surfeador admirable y de cómo conoce a un hombre maduro que le enseña todo lo necesario. Es su profesor quien comienza hablando en voz off:
"we all come from the sea
but we not all of the sea
those of us who are
sons of the shore
must return to it
again and again".
encontraba ahí la idea de unos seres que viven zambullidos, pero también de otros que viven zambulléndose, para encontrarse con algo que los trasciende. así surgió este pensamiento que anoté en mis blogs:
"el pensamiento inalámbrico se aplica tanto para lo alto como para lo bajo.
tanto para el espacio aéreo como para las rutas submarinas o subterráneas.
las olas son manifestaciones variables en intensidad que provienen del abismo (del océano).
cuando te posas en una ola tocas de algún modo un retazo del abismo.
No se puede escribir todo el tiempo de la misma manera,
así como las olas buenas aparecen sólo por temporadas."
en cuanto a lo aéreo, hay una frase de Bob Dylan que terminó de permitirme comprender de qué venía:
"llaves en el viento para que mi mente huya".
esa es la captación aérea, definida por tu radar. (todo lo que uno puede decir es cuanto ha llegado a percibir de las cosas".
entre Bob Dylan, Bartleby, y Spinoza, encuentro esta línea de furia, esta conexión innombrable y extemporánea, la constelación de la que nos habla Deleuze en su proceder con la historia de la filosofía. yo no reúno a filósofos, sino que hago un ejercicio específico de reunir a Spinoza, Bartleby el escribiente y Bob Dylan. entre los tres me hablan de un lugar de rebeldía pero con mucha modestia, con las armas del artista, completamente vulnerable frente a la aplanadora del poder. Bob Dylan sobrevive, pero no es la persona de la que hablo, es la figura de los 60 y 70. Los tres hablan muy fuerte, los tres nos gritan desde otro plano de la existencia.
"yo no tengo necesidad de retornar a ningún lado, porque nunca salí del ámbito que me pertenece, ni en los sueños ni en la realidad. que mi país es el mayor escenario de la soledad para seres como yo, es una evidencia que nunca perdí de vista: de entrada y con hombría reconocí que el mundo era de este y no de otro modo, y con el talante del bromista que oculta su tristeza dije paciencia y buen humor. [...] De hecho, comparto el mundo con todo el mundo, pero no me hace ninguna simpatía por las caras convicciones del hombre moderno". ( p. 173).leo los textos que he escrito y veo que puedo dinamizarlos y entretejerlos más. me gustaría que salga un libro corto, libro de bolsillo, sobre esta mirada en torno a ellos. me sirve para explicar mi manera de leer, que consiste en explicar algo utilizando la lectura de otro, que me alumbra algo impensado por afinidades que yo percibo.
"It takes one to know one"
hay que ser libre para amar a los seres libres. me fascina posarme y explicar esa otra vena que está presente en lo que otros escribieron para ver si puedo alumbrarla, porque creo en el procedimiento que Henry Miller lleva a la cima cuando escribe sobre Rimbaud. este otro mundo en el que se está. Osho dice: estar en el mundo pero no ser del mundo. el estar siendo de los indigenas, quizá podría identificarse aquí. Bukowski coloreó mi mundo con esta imagen para siempre:
"Francamente, estaba horrorizado de la vida, de todo lo que un hombre tenía que hacer sólo para poder dormir y vestirse. así que me quedaba en la cama y bebía. mientras bebías, el mundo seguía allí afuera, por el momento no te tenía agarrado de la garganta".
Estar por fuera de un lugar donde el mundo te agarra de la garganta. descubrir ese lugar, que con el tiempo llamé como otro concepto que descubrí: "fuera de radar". el problema al que remite está en consonancia. Bob Dylan y spinoza y bartleby inauguran un espacio así entre los tres. los tres son desesperantes a su manera, también algo modestos, nadie los elegiría como imponentes, dotados, o algo así. son pequeños, son expulsados, no hay lugar para ellos en un momento determinado.
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