Osho*
¿Quien soy? Osho habla de sí mismo:
1.-Yo soy, yo
soy. Haya discípulos o no, eso carece de importancia. No dependo de ti. Y todo
mi esfuerzo aquí es conseguir que también tú no seas dependiente de mí. Estoy
aquí para darte libertad. No quiero, de ninguna forma, anularte. Sólo quiero
que seas tú mismo. Y el día en que esto suceda, cuando seas independiente de
mí, serás capaz de amarme realmente. No antes.
2.-No soy un
filósofo, no te estoy impartiendo conocimiento alguno. Te estoy tratando de
indicar algo que está más allá de todo conocimiento.
3.-No soy un
lógico, no soy un existencialista. Creo en este sinsentido, en este hermoso
caos de la Existencia y estoy dispuesto a ir donde me conduzca. No tengo
ninguna meta, porque la Existencia no tiene metas. Simplemente es, floreciente,
rutilante, un baile, pero no pidas el porqué. Simplemente una superabundancia
de energía sin motivo alguno. Estoy con la Existencia.
4.-No puedes
decir si estoy en lo cierto o si estoy equivocado. Cómo máximo puedes decir que
causo confusión. Pero esa es toda mi técnica: confundir en extremo. ¿Cuánto
tiempo me vas a dejar que cambie de esto a lo otro? Un día vas a gritar:
"¡Para ya! Ahora yo soy el que decido."
5.- No tengo una
idea ni estoy fijado a nada. Soy cambiante. Estoy absolutamente de acuerdo con
Heráclito en que no puedes mojarte dos veces en el mismo río. Traducido esto
quiere decir que no te puedes encontrar con la misma persona dos veces. No
solamente estoy de acuerdo con él, sino que voy un poco más lejos: no puedes
mojarte en el mismo río ni siquiera una sola vez. Trasladándolo de nuevo al
mundo del hombre, quiere decir que no puedes encontrarte a la misma persona ni
siquiera una vez porque cuando te la estás encontrando, él está cambiando, tú
estás cambiando, el mundo entero está cambiando.
6.- Te parezco
contradictorio, inconsistente, por la sencilla razón de que he decidido no
morir antes de morirme. Voy a vivir hasta el último aliento, por eso no podrás
tener ninguna certeza sobre mí hasta que exhale mi último aliento. Después
podrás cualquier imagen de mí y sentirte satisfecho con ella. Pero recuerda, no
seré yo.
7.- A veces
algunos tontos acuden a mí y me preguntan: "En resumen, ¿cuál es tu
enseñanza? ¿Cuáles son los libros que contienen toda tu enseñanza?" ¡No
tengo nada que enseñar! Por eso han surgido tantos libros. Si tienes algo que
enseñar, entonces con uno o dos libros tienes suficiente. Por eso es por lo que
puedo seguir hablando eternamente, porque no tengo enseñanza alguna. Toda
enseñanza más tarde o más temprano se agota; yo no puedo ser agotado. No hay
principio ni fin... siempre estamos en medio. No soy un maestro.
8.- Se me ha
malentendido quizás más que a ninguna otra persona, pero eso no me ha afectado
por la sencilla razón de que no existe un deseo de ser entendido. Si no
entienden, es su problema, no es mi problema. Si me malinterpretan, es su
problema y su desgracia. No voy a dejar de dormir porque millones de personas
me malinterpreten.
9.- No soy el
discípulo de nadie. No pertenezco a ningún sistema de creencias. Amo a toda le
gente de cualquier parte del mundo y nunca los comparo entre sí. Todos son
únicos: un Zarathustra es un Zarathustra, un Buda es un Buda, un Jesús es un
Jesús... son únicos en un grado tal que no deberías convertirlos a cada uno en
un criterio con el cual la gente ha de encajar.
10.- Para ser
franco contigo, cosa que normalmente no soy, no sé quien soy. El saber no es
posible aquí donde estoy. Solamente queda el que conoce; lo que se conoce ha
desaparecido. Solamente queda el continente, el contenido ha dejado de existir.
11.- ¡No soy
serio! Lo que te estoy diciendo proviene de mi juguetonería. Es más un cotilleo
que un evangelio.
12.- ¡Yo estoy
loco, pero tú estás más loco! Y ésta es la única conexión entre los dos: yo
estoy loco, tú estás más loco.
*Maestro hindú, ecléctico, nunca perteneció a ninguna
escuela o secta.
Extraído de los libros traducidos de sus discursos Vida, Amor, Risa; El Arte de Morir; y Más allá de la psicología.
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